La tripulación del buque guardacostas Heriberto Hernández repatrió el miércoles a 38 inmigrantes a la República Dominicana, tras dos intervenciones de intentos con embarcaciones de inmigrantes que intentaban ingresar de manera irregular a la Isla.

Los inmigrantes repatriados fueron transferidos a las autoridades de la República Dominicana durante un encuentro con un buque de la Armada dominicana, cerca de ese país. Otros dos migrantes interceptados permanecen bajo custodia estadounidense y se enfrentan a cargos penales de inmigración, en el Tribunal de Distrito de Puerto Rico.

Una de estas intervenciones se produjo el martes, luego que el domingo, una tripulación aérea de la Guardia Costera avistó una embarcación improvisada de 20 pies de eslora y sobrecargada, aproximadamente a 45 millas náuticas al noreste de Punta Cana, República Dominicana. Los guardacostas del Sector San Juan desviaron el buque Heriberto Hernández para interceptar la embarcación sospechosa. Trece inmigrantes, que afirmaron ser nacionales de la República Dominicana, fueron detenidos durante la intervención.

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Mientras que el lunes, una aeronave de la Guardia Costera avistó una embarcación de fabricación casera, de 30 pies de eslora sobrecargada, aproximadamente a 31 millas náuticas al oeste de Ricon. Los guardacostas del Sector San Juan desviaron al buque Winslow Griesser para interceptar la embarcación sospechosa, en la que viajaban 31 inmigrantes, de los cuales 27 declararon ser nacionales de la República Dominicana y cuatro declararon ser haitianos.

“Estas intervenciones son el resultado del compromiso inquebrantable, la colaboración y las asociaciones en las que la Guardia Costera confía diariamente con nuestros socios federales de los EE.UU. y la Armada de la República Dominicana, para detener y disuadir los viajes de migración marítima ilegal en el Paso de la Mona”, dijo el teniente comandante Edward Kunigonis, jefe de la Guardia Costera del Sector San Juan. “Estos esfuerzos salvan vidas, como en este caso en el que las tripulaciones aéreas y de superficie de la Guardia Costera implicadas garantizaron la seguridad de todos los migrantes durante su repatriación”, añadió.

Los migrantes interceptados en el mar o detenidos en tierra no podrán permanecer en Estados Unidos ni en ningún territorio estadounidense. Además, cualquiera que llegue ilegalmente puede ser declarado inelegible para las opciones de libertad condicional de inmigración legal, y ser repatriado a su país de origen o devuelto al país del que partió el viaje.

La Guardia Costera, junto con sus socios del Grupo Operativo de Seguridad Interior del Sureste, mantiene una presencia continua con medios aéreos, terrestres y marítimos en el Estrecho de Florida, el Paso de Barlovento, el Paso de la Mona y el Mar Caribe. El enfoque combinado y de múltiples niveles de la HSTF-SE está diseñado para proteger la seguridad de la vida en el mar e impedir al mismo tiempo la entrada ilegal por mar en Estados Unidos y sus territorios.

Desde el 1 de octubre de 2023 hasta el 31 de marzo de 2024, la Guardia Costera ha llevado a cabo 28 interdicciones de viajes de migración irregular ilegal en el Paso de la Mona y en aguas cercanas a Puerto Rico. Durante este periodo han sido interceptados 932 ciudadanos no estadounidenses, incluidos 890 dominicanos, 41 haitianos y un venezolano.