Patillas. En el sector Los Barros del barrio Marín, en Patillas, hay un paciente de diálisis que, por las condiciones atmosféricas de los pasados días cortesía del huracán Fiona, no ha podido someterse a tratamiento, ya que los derrumbes y deslizamientos aislaron a esta comunidad colindante con Guayama y Cayey.

El martes celebraría su cumpleaños con una visita del gobierno municipal y, posiblemente, hasta el gobernador de Puerto Rico.

Dicho paciente y algunas familias más de esa comunidad eran la prioridad del gobierno municipal y de su alcaldesa Maritza Sánchez el martes temprano, horas antes de que el gobernador Pedro Pierluisi llegara en la tarde para ver de primera mano las condiciones de este municipio.

“Los daños principales en nuestro pueblo fueron puentes y carreteras. Puentes que colapsaron o que sufrieron daño severo por el volumen de agua que pasó. Caminos vecinales y principales, carreteras con la estatal PR-7759 que está intransitable. En esa comunidad hay sectores inaccesibles por la gran cantidad de desprendimientos que hay en la zona”, expresó Sánchez mientras la gente continuaba llegando al Centro de Operaciones (COE) municipal a expresarle sus inquietudes y pedir ayuda.

La cita para dializar al ciudadano del barrio Marín sería el miércoles, pero la primera ejecutiva se aseguraba con sus brigadas de trabajo de poder despejar el camino, repleto de peligros hasta el momento.

Esta dijo que, a la comunidad de Palma Sola en el barrio Muñoz Rivera, colindante con Guayama y Cayey y parte de la zona del Bosque Estatal de Carite, no han podido llegar ni los rescatistas de Patillas ni los de Guayama.

“Sabemos que las personas están bien porque se han comunicado con nosotros. Pero, la accesibilidad por carretera aún no la hemos podido restablecer”, manifestó la alcaldesa. “Hay otras comunidades también afectadas por derrumbes y deslizamientos como Real, Quebrada Arriba, Mulas y el barrio Egozcue. Egozcue está incomunicado la vía de tránsito colapsó en varios tramos. Nuestro personal está hoy allí abriendo caminos”.

Sobre 60 empleados divididos en alrededor de 10 brigadas trabajaban en los distintos lugares que requerían atención el martes en la mañana. El martes fue el primer día claro, sin lluvia, para los 16,400 residentes del municipio, que abarrotaron las gasolineras, provocando largas filas.

Hasta el mediodía del martes, el 100% del municipio permanecía sin electricidad y cerca del 80% tampoco tenía agua potable, pese a que Patillas cuenta con un embalse y planta de filtración.

“La planta no ha logrado reiniciar el proceso de aguas por problemas mecánicos. La planta en el lugar sirve y no hay problemas de turbidez. Fue algo mecánico y esta mañana ya movilizaron un equipo para tratar de que temprano en la tarde podamos volver a tener agua”, dijo la alcaldesa.

Esta agradeció a la población que ayudó a iniciar el proceso de abrir caminos en muchas áreas del municipio. Expresó que entre el 80% y el 90% de los caminos ya estaban abiertas, pero “quedan áreas más remotas que con los desprendimientos se nos ha hecho más difícil. El esfuerzo es en esas zonas para poder estar en el 100%”.

En el sector Recio del barrio Guardarraya, alrededor de 25 familias tuvieron que ser evacuadas durante el evento debido a que el nivel de las escorrentías se tornó peligroso pese al funcionamientos de bombas en la zona. El caudal fue demasiado según Sánchez.

Igualmente, la quebrada Mamey, que discurre por el casco del pueblo, se salió de su cauce y elevó tanto su nivel que hubo que realizar un operativo para poder rescatar a un adulto mayor.

Solamente 14 personas se reportaron al refugio habilitado en el municipio, pero el martes ya habían regresado a sus residencias.