Me gusta repetir que somos cerca de 600 millones de personas que hablamos español en el mundo. Somos el segundo idioma nativo, luego del chino mandarín. Hay 21 países en el planeta que tienen el español como lengua oficial. Todo esto no es poca cosa.

Sin embargo, aunque todos hablamos un mismo español… no es el mismo español.

Cada país, cada región, tiene sus particularidades, sus palabras únicas. Imagínate que, en Puerto Rico nada más, hay términos distintos según el lugar geográfico en donde te encuentres. Si no me crees, piensa en el eterno debate entre la empanadilla y el pastelillo. Si estás en San Juan le llamarás ‘vellón’ a la moneda de cinco centavos, pero esa misma moneda en Ponce se le llama ‘ficha’; el ‘vellón’ en Ponce es la moneda de diez centavos. Y ni hablar de otras palabras como la ‘olla’ y el ‘caldero’, cuyo significado dependerá de en qué parte de Puerto Rico te encuentres.

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Pues si esto pasa dentro de una misma islita pequeña de 3.2 millones de habitantes, imagínate lo que ocurre en el resto del mundo hispanoparlante. Son muchas las palabras que decimos aquí que se dicen de manera distinta en otros países.

Empecemos con el ‘popcorn’. Cuando vamos al cine, no pueden faltar esas ricas rosetas de maíz tostado. Bueno, pues si vas a un cine en México pedirás unas palomitas de maíz, mientras que, si vas a Argentina, el término correcto será pororó. En Chile le llaman cabrita, en Colombia, crispeta, y en Venezuela, cotufa. Ah, pero es que la lista de nombres no termina ahí. Si vas a Bolivia, le llaman pipoca, mientras que en Panamá le dicen millo. En Guatemala le llaman poporopo. ¿Y en Ecuador? Canguil.

Es que es el mismo español, pero no es el mismo español.

En el cine no puedes comerte todo eso si no lo bajas con un buen refresco en un vaso inmenso. Esa bebida siempre viene acompañada de un sorbeto para ayudarte en el proceso de ingestión. Ahora bien, no pidas un sorbeto si vas, digamos, a México. Allí deberás pedir un popote. En Uruguay prefieren llamarlo pajita o sorbete. Sin embargo, los cubanos le llaman absorbente, mientras que en Costa Rica prefieren el término pajilla. ¿Crees que ahí se acaba la cosa? Pues, no, porque en República Dominicana le llaman calimete, en Panamá, carrizo y en Chile, bombilla.

Es que es el mismo español, pero no es el mismo español.

Ahora pasemos al maravilloso mundo del transporte colectivo: el autobús. En Puerto Rico es raro que digamos autobús; preferimos el término guagua (que en Chile significa un bebé), al igual que le llaman en Cuba, República Dominicana y en las Islas Canarias. En el resto de España suelen decir solo bus. Pero si vas a Argentina, allí tomarás el colectivo o el bondi. En Ecuador te montarás en la flota o en el autocar, mientras que en Chile te irás en la micro. En Colombia le dicen buseta. Si vas a Guatemala, te montarás en la camioneta. En México le llaman de muchas maneras, entre ellas camión, pesero o burra. Y, en Venezuela, podrás llegar a tu destino en un autobusete o una camionetica.

¡Qué complicado!

Y esto es solo el comienzo. La cantidad de regionalismos que existen por todo el mundo hispano para nombrar las cosas es monumental.

¿Qué palabras de otros países conoces tú? ¿Te ha pasado que viajas a países que hablan tu idioma y no te entienden? ¿Has pasado algún bochorno?

¡Cuéntanos!