De acuerdo a la Asociación Americana de Tiroides (ATA, por sus siglas en inglés), una de cada ocho mujeres desarrollará una enfermedad de la glándula tiroides. Asimismo, informa que las mujeres tienen entre cinco y ocho veces más probabilidades que los hombres de padecer problemas de tiroides.

Cambios en la menstruación, dificultad para quedar embarazada y problemas durante el embarazo son algunas de las consecuencias de las enfermedades de la tiroides. Según expuso la Sociedad de Endocrinología en un comunicado de prensa en 2022, la disfunción tiroidea leve afecta a una de cada cinco mujeres con antecedentes de aborto espontáneo o subfertilidad (tiempo prolongado en el que ha intentado quedarse embarazada).

En cuanto al hipotiroidismo o la producción insuficiente de hormonas por la glándula tiroides, es la afección más común de la tiroides, tal como indicó la endocrinóloga Leticia Hernández Dávila.

“En países en vías de desarrollo, la causa más común [de hipotiroidismo] es la deficiencia de yodo. En nuestra área, la más común es la Tiroiditis de Hashimoto”, comentó para agregar que la mayoría de las personas que tienen tiroiditis de Hashimoto no desarrollarán hipotiroidismo y que es más habitual cuando hay historial familiar de hipotiroidismo por Hashimoto o de otras enfermedades autoinmunes.

Según la especialista, otras posibles causas del hipotiroidismo son la terapia de radioyodo, el uso de medicamentos como la amiodarona y el litio, y los inhibidores de puntos de control inmunitario para el tratamiento contra el cáncer. La cirugía de remoción de la tiroides también podría ocasionar hipotiroidismo.

En otro comunicado de prensa, esta vez de 2020, la Sociedad de Endocrinología compartió los hallazgos de una investigación que señala que los problemas tiroideos, como consecuencia del uso de inhibidores de puntos de control inmunitario, variaban según el tipo de cáncer.

Acerca de los síntomas de hipotiroidismo, Hernández Dávila incluyó cansancio, frío excesivo, cabello y uñas quebradizos, estreñimiento y problemas de fertilidad, entre otros.

Para obtener el diagnóstico, se realizan pruebas de sangre en personas con signos y síntomas de hipotiroidismo. Aun con la alta tasa de prevalencia de hipotiroidismo, la doctora apuntó que no es frecuente durante el embarazo. “Ocurre en 0.1 % a 0.4 % de todos los embarazos”, mencionó la expresidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología.

No obstante, es una afección que podría ocasionar serias complicaciones en la madre y el feto. La entrevistada enumeró aborto espontáneo o muerte fetal, parto prematuro y preeclampsia (presión arterial alta). Bajo peso al nacer, coeficiente intelectual por debajo de lo esperado y problemas de aprendizaje pueden ocurrir a raíz de la enfermedad.

“La tiroides del feto comienza a sintetizar hormonas tiroideas desde la décima a la decimosegunda semana de gestación. Sin embargo, la producción hormonal es baja hasta la vigésima semana”, detalló la endocrinóloga. “Por esta razón, es importante un suplido adecuado de hormonas tiroideas de la madre gestante. Estas hormonas son vitales para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del feto. Además, una deficiencia hormonal podría afectar negativamente el coeficiente intelectual y el desempeño escolar”, puntualizó.

Así, la experta afirmó que la recomendación general para toda la población es tener una dieta balanceada que provea el yodo necesario para una producción adecuada de hormonas tiroideas. En las mujeres con hipotiroidismo diagnosticado es recomendable un aumento de 25 % en su suplemento de hormona tiroidea durante el embarazo. La ingesta de yodo que se precisa para la madre gestante aumenta a 220 mcg (microgramos) durante el embarazo y 290 mcg durante la lactancia. De este modo, tomar vitaminas prenatales es esencial.

Una de estas vitaminas es el ácido fólico, que ayuda a formar el tubo neural, clave en el desarrollo del cerebro y la médula espinal, de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

“Lo ideal es consultar con su ginecólogo y endocrinólogo durante el proceso de planificación de embarazo para asegurarse de que sus niveles de hormona tiroidea estén óptimos”, manifestó Hernández Dávila.

A los neonatos se les realiza la prueba de cribado para medir los niveles de TSH, ya que es importante diagnosticar el hipotiroidismo congénito.

Con relación al tratamiento, Hernández Dávila dijo que la levotiroxina no ha demostrado efectos adversos durante el embarazo o la lactancia. “Es necesario ajustar la dosis de levotiroxina en aquellas mujeres con hipotiroidismo durante el embarazo, ya que los requerimientos hormonales aumentan”, comunicó.

Por otra parte, advirtió que el metimazole —utilizado frecuentemente para tratar el hipertiroidismo (cuando la tiroides produce más hormonas de las necesarias)— puede tener efectos perjudiciales en el feto. De manera que no debe utilizarse durante el primer trimestre del embarazo y se sustituye por otro medicamento llamado propiltiouracilo.

Las personas que han recibido terapia de radioyodo deben evitar quedar embarazadas al menos por un período de seis meses luego de finalizado el tratamiento, ya que puede causar malformaciones fetales, muerte fetal o cáncer, entre otros efectos.

Con respecto a la tiroiditis posparto (inflamación de la tiroides), la entrevistada expresó que es más común en mujeres con diabetes tipo 1 o con historial previo de tiroiditis posparto.

“Usualmente, se presenta durante el primer año luego del embarazo o aborto. En algunas mujeres, esta puede ser la antesala al desarrollo de hipotiroidismo”, afirmó. La tiroiditis posparto puede presentar síntomas de hipertiroidismo por aproximadamente dos meses, seguidos por un cuadro clínico de hipotiroidismo y, finalmente, la fase de recuperación.

“Algunos estudios sugieren que suplementar con selenio a mujeres con enfermedad de Hashimoto podría reducir la prevalencia de tiroiditis posparto. Si los síntomas de hipertiroidismo son muy marcados, se pueden utilizar betabloqueadores como el propranolol”, dijo.

Actualmente, la investigación médica estudia cómo progresa el hipotiroidismo y su presentación clínica y genética, tal como informa el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.