“La causa número uno de muertes y complicaciones a nivel mundial es el impacto al corazón o al miocardio”, expresó el doctor Orlando Carrasquillo, cardiólogo del Centro Médico Menonita Cayey.

Conociendo la estadística y lo comunes que son las enfermedades cardiovasculares en la población puertorriqueña, es esencial aprender a proteger el corazón, identificando las alertas que avisan la existencia de un problema.

¿Cuáles son los signos y síntomas más comunes y qué significan?

Una clave preventiva importante es saber que estos signos se pueden identificar por ser síntomas que al desarrollarse van limitando al paciente en su día a día.

Carrasquillo destacó que, generalmente, existen dos tipos de pacientes, los que primero presentan síntomas, como:

  • Dolor o presión en el pecho
  • Fatiga al esfuerzo
  • Se convierte en una persona más sedentaria

Usualmente, estos pacientes pueden ser atendidos en las oficinas de los cardiólogos y se les evalúa, revisando el historial de síntomas físicos, el historial familiar y pruebas que pueden ir desde un electrocardiograma. “Es un cuadro crónico en el que el paciente va desarrollando estos síntomas limitantes que le generan molestia en el pecho, fatiga al esfuerzo y hace que deje de hacer actividades que antes disfrutaba, pero que en el descanso o reposo no se manifiestan”, informó el cardiólogo.

Carrasquillo explicó que, al visitar al médico, se dirige una evaluación de la circulación de las arterias que llevan el oxígeno al corazón, o arterias coronarias. “Esa es la presentación clásica de la angina estable. Es un síndrome usualmente crónico que, en ocasiones, progresa a un punto donde ya el paciente está bien limitado”, sostuvo.

Por otro lado, está el paciente que presenta un cuadro más agudo. De acuerdo con el doctor, este es el paciente que incluye los mismos síntomas, pero sin hacer actividad física. Usualmente, estos síntomas se dan cuando está descansando, tranquilo o sin hacer esfuerzo. Entre los síntomas más comunes y que hay que observar mencionó:

  • Dolor de pecho agudo, opresivo
  • Dolor que puede irradiar al brazo, al área de la mandíbula o la espalda
  • Sudoración
  • Sensación de frío
  • Mucha asfixia
  • Inhabilidad para respirar cuando se acuesta boca arriba, prefieren dormir sentados
  • Edemas o hinchazón en las piernas
  • Náuseas o vómitos

El especialista del corazón resaltó que “este es un síndrome al que denominamos síndrome coronario y debe ser atendido, idealmente, en una sala de emergencias”.

A tales efectos, se establece la diferencia entre la presentación de las complicaciones, reconociendo que una angina inestable es más abrupta, manifiesta mucho dolor, náuseas y, a veces, hasta vómitos.

Ante las alertas, protege tus latidos y no te quedes en casa

“Cuando el paciente se queda en la casa y no llega a tiempo a su cardiólogo, en ocasiones, el daño es irreversible. Esos son los pacientes que vemos entrando y saliendo del hospital, o que necesitan dispositivos (como marcadores, desfibriladores)”, señaló Carrasquillo.

Además, el doctor indicó que estos pacientes necesitan laboratorios, placas de pecho y un ecocardiograma, que es un estudio que permite ver la función o la fuerza del corazón. De esta forma, se puede empezar una terapia dirigida con la meta de eliminar los síntomas, identificar la causa que hizo que el músculo del corazón se afectase y tratar de restaurar la fuerza cardíaca.

Por consiguiente, advirtió que, si te estás sintiendo asfixiado, no puedes hacer ciertas tareas, tienes las piernas hinchadas o te asfixias cuando te acuestas, podrías estar desarrollando el síndrome de fallo cardíaco y debes hablarlo con tu médico. Un fallo cardíaco hace que el corazón trabaje con problemas de disminución en la fuerza de contracción y causa limitaciones para hacer actividad física.

Una de las razones más comunes para desarrollar un paro cardíaco es la presión crónicamente heredada. “Cuando el corazón tiene que trabajar en un ambiente de alta presión se tiende a modificar. Estos cambios estructurales en la anatomía del corazón hacen que, en ocasiones, se dilate, lo que se conoce como cardiopatía dilatada; el corazón está batallando y no funciona adecuadamente”, informó.

El cardiólogo hizo un llamado a adoptar las siguientes medidas preventivas para que, a largo plazo, no se afecte la función del corazón ni sufra otras complicaciones que pueden surgir como consecuencia:

  • Vigilar la presión arterial, aunque estén tomando medicamento.
  • Comer bajo en sal.
  • No tomar alcohol.
  • Mantener un peso adecuado o bajar de peso, si es necesario.
  • Hacer actividad física.
  • Cumplir con los medicamentos.

Las personas mayores de 50 años con presión arterial alta o cualquiera de estos síntomas, deben visitar a su cardiólogo para identificar cualquier condición que pueda ser tratada. Entre los factores de riesgo de eventos cardiovasculares a temprana edad, están:

  • El historial familiar
  • Herencia de condiciones congénitas
  • Enfermedad coronaria temprana (se define en pacientes antes de 50 años)
  • Colesterol alto o hipertensión desde pequeños
  • Diabetes

El cernimiento temprano y a edades adecuadas con pruebas de evaluación de riesgos, ayuda a tratar de retrasar o evitar estos eventos.

El cardiólogo expresó la preocupación de que hay pacientes que nacen con alguna condición cardiovascular congénita que fue corregida durante la infancia, y, aunque estas intervenciones se hacen exitosamente, en la juventud no le dan el seguimiento adecuado y llegan a las oficinas de los cardiólogos con complicaciones que se pudieron haber evitado. El llamado es hacer el cernimiento regularmente.

Por último, el doctor manifestó que estos son signos que deben discutirse con elmédico. Sacar una cita con un cardiólogo o internista para que sean evaluados y detectarlos a tiempo es esencial. “Usualmente, cuando ya se enfrenta a un infarto o fallo cardíaco, la vida cambia y la expectativa de vida se reduce dramáticamente”, concluyó.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.