Pero cuando en el pueblo de Humacao nadie alzó la mano para hacerse cargo de la franquicia por el resto de la temporada tras los problemas que confrontaba el apoderado Daniel Maes, el BSN se quedó sin otra alternativa más viable.

“Tuvimos que escoger lo menos malo. Y digo menos malo porque a nadie se le hubiera ocurrido hacer una transacción y mudanza como ésta a mitad de temporada. Lo ideal hubiese sido haberlo hecho para el 2018”, dijo Quiñones.

“La parte positiva es que esa franquicia podrá cumplir el resto de sus obligaciones financieras y de juegos en itinerario, aparte de que regresa el baloncesto a Isabela”.

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El nuevo apoderado, Lic. José Pérez Villanueva, adquirió la franquicia de manos de José Antonio ‘Toñín’ Casillas, a quien le había sido devuelta la franquicia de Humacao tras la salida de Maes debido a que había una deuda de $250,000 pendientes. 

“Ellos acordaron la compraventa y la mudanza inmediata y la presentaron al BSN para aprobación. Y considerando los factores adversos que podían darse decidimos aprobarla. Por ejemplo, estaba el caso de que Humacao no iba a poder operar más allí porque no tenía quién corriera la franquicia. ¿Qué iba a pasar con los 12 juegos que le faltaban en agenda? ¿Íbamos a tener que quitarle las victorias o derrotas a los equipos que ya los enfrentaron?”, cuestionó Quiñones.

“¿Y qué iba a pasar con los salarios que le adeudan a los jugadores y al personal del equipo? Al menos ahora, todo el mundo va a cobrar y se van a saldar las deudas pendientes. Además, se van a honrar acuerdos con los auspiciadores”.

Quiñones agregó que actualmente se está dilucidando qué se hará con los abonados de los Caciques, si devolver dinero u otorgarle abonos en Isabela. Además, indicó que los cambios de uniforme van viento en popa para el regreso de los Gallitos el domingo ante los Piratas de Quebradillas.