Carlos Arroyo aseguró hoy estar sorprendido y triste por la forma y manera que un ejecutivo del club Galatasaray de Turquía lo acusa de haber salido del equipo no por los problemas económicos que tiene el equipo sino por causa de su alegada indisciplina.

“Me cuesta mucho leer sus declaraciones ya que son totalmente falsas. Mi decisión (de dejar al equipo) fue tomada después de haber enviado innumerables cartas a la gerencia del equipo por incumplimiento de pago desde principio de año”, dijo Arroyo a Primera Hora.

“Por la relación y buena fe confié en su palabra (la de la gerencia) pero la situación nunca mejoró. Es realmente una pena que ellos sientan el motivo de hablar de mí de esa manera”.

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Las expresiones referidas por Arroyo le fueron atribuídas al miembro de la junta directiva del Galatasaray, Ural Aküzüm. Según reportes en la internet, el directivo dijo a una televisora turca de nombre GS TV que Arroyo había recibido al día $4.5 millones de su salario y que de acuerdo a un reporte del entrenador del equipo Ergin Ataman, el boricua actuó en una manera para afectar la paz de la escuadra.

“No podemos aceptar amenazas ni chantajes como excusa para salir del equipo”, dijo Aküzüm. “Galatasaray seguirá soportando sus percances con honor y con aquellos jugadores que sigan creyendo en el club y sus grandes fanáticos”.

Lo cierto es, sin embargo, que Arroyo es el cuarto jugador que puso fin a su participación con el conjunto este año por los problemas económicos y de pagas que han existido en el torneo. Antes que él dejaron al conjunto Pietro Aradori, Furkhan Aldemir y Aleks Maric. Mientras, otros jugadores del equipo femenino de baloncesto y de los equipos de fútbol del club también han dejado de jugar.

“Por mi parte siento un gran respeto por el Galatasaray y sus fanáticos. Me abrieron las puertas a mí y a mi familia y nos trataron con el mayor cariño y respeto desde el principio. Serán momentos que tanto mi familia y yo siempre recordaremos”, dijo Arroyo.