Armando Galarraga sabe exactamente como Max Scherzer debe sentirse. Con cinco años de diferencia, ambos estuvieron bien cerca de lograr un juego perfecto, pero la mala suerte o apreciación, los dejó fuera de los libros de  historia. 

El sábado en la tarde, el lanzador derecho de los Nacionales de Washington, Max Scherzer estuvo a un strike de lograr el juego perfecto número 22 en la historia de las Grandes Ligas pero este le pegó un bolazo al jardinero de los Piratas de Pittsburgh, José Tábata, quien aparentó bajar su codo para recibir el golpe a propósito en su protector y así ser enviado a primera base lo que dejó sin efecto el juego perfecto de Scherzer.

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Max Scherzer se quedó a un strike de lanzar un juego perfecto

Hace poco más de cinco años, el 2 de junio de 2010, Armando Galarraga estuvo en la misma posición que Scherzer, pero el venezolano, si se puede decir de esta manera, perdió el juego perfecto de la peor manera. Galarraga estaba a un out de lograr la perfección y consiguió que Jason Donald, de los Indios de Cleveland, bateara por el cuadro entre primera y segunda base. 

El inicialista de los Tigres Miguel Cabrera evitó que la bola saliera del cuadro y buscó la asistencia con el propio Galarraga quien fue a cubrir la inicial y tocó la base antes que el corredor.

No obstante, el árbitro Jim Joyce indicó que Donald fue quieto en primera, cuando las repeticiones de la jugada demostraron claramente que Galarraga había llegado antes que Donald. De esta manera, Galarraga perdió el juego perfecto, aunque luego Joyce reconoció su error y le pidió perdón al lanzador. La almohadilla que se usó en ese juego en la inicial está en el Salón de la Fama de Cooperstown recordando el casi juego perfecto de Galarraga. 

En total, 13 partidos en la historia se han quedado a un out de la perfección, pero definitivamente estos dos deben ser los más recordados. 

Solo resta por saber si Tábata bajó su brazo a propósito para evitar el juego perfecto de Scherzer, y si fue así, sí le pedirá perdón al lanzador de los Nacionales.  De hacerlo, quizás su protector del codo también esté tenga su espacio en Cooperstown.