Para perder $63 millones hay que ser ignorante, acéfalo y descuidado, o igualmente, osado y extremadamente arriesgado, o todas las anteriores.

Sea lo que sea, y la culpa de quien sea, todavía estoy tratando de digerir, con estreñimiento, esta noticia del ‘Chata-Tito’ (la chatarra financiera de Tito Trinidad).

Tito vs. Pepe

El broker contra quien los Trinidad han tomado acción legal no es cualquier particular. Se trata de una persona estrechamente ligada a ellos durante gran parte de la carrera boxística de Tito. José “Pepe” Ramos fue íntimo amigo, traductor y consejero en asuntos de medios. Incluso, es el padrino de bodas de Tito y padrino de bautismo de la hija que tiene papá Trinidad con su segunda esposa.

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Estamos hablando de una confianza íntima y una lealtad recíproca de casi dos décadas.

Unos presumen que, precisamente por ese acceso privilegiado que Ramos tenía con ellos, y ante la desventaja académica de los Trinidad, éste pudo haber sacado provecho. En otras palabras, para algunos en Puerto Rico, Pepe Ramos es la versión boricua de The Wolf of Wall Street.

Sin embargo, aquí hay algo que no me cuadra.

Conociendo las consecuencias legales y penales que conllevan el fraude financiero, y en el mejor de los escenarios, su credibilidad y clientela como broker, ¿estaría Ramos dispuesto a jugarse esta maroma?

De igual manera, ¿cómo Trinidad reclama haber perdido $63 millones, de $89 millones que se ganó, si cuando usted le resta al bruto (me refiero al total devengado, por si acaso) el 33% que le correspondía al papá como entrenador y manejador, menos el 30% de impuestos, el sobrante ronda por los $40 millones?

“Aquí lo bueno es que esto no es palabra contra palabra. Todo tiene su documento firmado, su evidencia”, comentó Ramos, con mucha seguridad y serenidad, en mi programa de radio el viernes. También dijo algo que me provocó suspicacia: “Va a ser interesante cuando lo que ellos (los Trinidad) no han dicho, se diga”. ¡Hummm!, creo que el colega Jorge L. Pérez va a tener que escribir una secuela de su recién publicado libro sobre Trinidad, pero con otro nombre muy distinto al de San-Tito.

En todo caso, ‘Cha-Tito’...