Curitiba. Entre los voluntarios que trabajan en la Arena da Baixada, hay una que lleva una distintiva bandera en su credencial. La bandera no es de ninguna selección que participa en la Copa Mundial de fútbol, sino la de un país que no considera el balompié entre sus principales disciplinas deportivas. 

La bandera de Puerto Rico adorna el credencial de Yarismar Fernández Alicea, la única voluntaria boricua entre los más de 15,000 que trabajan en esta Copa Mundial. Fernández Alicea, una ingeniera química de 35 años, aprovechó que está en pleno proceso de mudanza de Nebraska –donde trabajaba- a la Isla para vivir esta experiencia. 

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 “Era ahora o nunca”, dijo Fernández, quien optó por solicitar el voluntariado para vivirse la experiencia cultural que es la Copa Mundial. La boricua había solicitado para trabajar en Sao Paulo o Río de Janeiro, pero al esas dos plazas estar llenas, unas amistades brasileñas le recomendaron Curitiba. 

“Uno no cae en cuenta todavía”, compartió Fernández en un aparte con este medio antes de comenzar a trabajar su jornada. “Hay experiencias que son únicas en la vida, esto no tiene precio. El compartir con tanta gente y el dar a conocer nuestra isla, eso a mi me encanta”, narró la boricua.

No todo es color de rosas, pero Fernández le está sacando el máximo a esta experiencia única. El proceso para aplicar, que comenzó el pasado mes de septiembre, fue uno largo y complicado.

“Pedían todo tipo de información”, recordó. “Te piden experiencia que hayas tenido o participación en eventos de este tipo. Después, una entrevista por Skype. Duró media hora, con una persona de Río, y en inglés. Fue todo una entrevista de trabajo, me preguntaron por situaciones que he tenido, cómo las he resuelto, todo”.

Una vez terminó esa parte, Fernández tuvo que someterse a un examen de conocimiento de la FIFA, para el cual tuvo que estudiar. Finalmente, luego de largos meses, le llegó la esperada carta de confirmación.

Todo una inversión

Como voluntaria, Fernández no recibe paga alguna por sus labores. Incluso, tiene que costearse su pasaje y su estadía un Curitiba. Pero esa aventura, según recuenta, ha sido también enriquecedora. 

“Ellos te lo indican desde el principio. Es trabajo voluntario”, subrayó Fernández, quien se está hospedando en un hostal, donde ha vivido algunas de las mejores experiencias en la aventura mundialista. 

“Varias cosas me han impactado, pero sobre todo la unión. En el hostal donde me encuentro estaban hospedándose gente de Nigeria y de Irán, pero estaban como familia… lo más que me ha impactado es la unión de culturas. Olvídate de las diferencias políticas, o religiosas”, dijo la boricua. 

 Fernández acepta que muchas personas en Brasil reaccionan sorprendidas cuando se enteran que es de Puerto Rico. Pero, de igual, manera, conocen sobre la Isla. 

 “Algunos nos confunden con Costa Rica. Pero los que saben de Puerto Rico dicen ‘Puerto Rico no tiene (equipo en el Mundial), que pena. Pero son excelentes en otros deportes’. Nos identifican con el baloncesto”, detalló. 

Así que, como buena embajadora, Fernández les cuenta que en Puerto Rico se está tratando de impulsar el fútbol, y hasta tiene que entrar en detalles de la situación política. Pero ella, felizmente, se vive cada segundo. “Es todo una experiencia”, culminó.