LOS ANGELES. La nadadora puertorriqueña Eneida Torres resaltó hoy, lunes, el apoyo que le brindan sus padres y sus compañeros en el equipo de natación como dos factores que la impulsaron a conseguir medalla de plata en los 100 metros espalda de los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales.

Eneida se convirtió ayer, domingo, en la primera medallista boricua de esta competencia.

“A mí me gusta que gané plata y gracias a Dios que mi mamá y mi papá son buenos y me ayudan”, dijo hoy la atleta desde las gradas del Uytengsu Aquatics Center de la Universidad del Sur de California.

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Allí estaba junto al equipo de natación boricua para apoyar a Cristina de la Vega, quien participaría de la preliminar de 50 metros libre.

¿Cómo te sentiste en la piscina?, se le preguntó.

“Me sentí bien, me sentí contenta, sentí un montón (de apoyo) del equipo de nosotros. Somos equipo y así pude lograrlo”, afirmó.

¿Y cuando recibiste la medalla?

“Sentí bien, bien contenta, bien llorona, pero estoy bien”, respondió sonriente.

Eneida, de 24 años, registró tiempo de 2:42.93 y mejoró su marca personal. El oro fue para la estadounidense Janine Calabrese (2:36.19) y el bronce se lo llevó la uruguaya Leticia Alejo (2:49.93).

“Estábamos bien contentos ayer (domingo) por el evento de Eneida. Nadó espectacular, bajó su tiempo de hace un año y en la final volvió a bajar como 7 segundos más. Fue para nosotros parapelos porque pensábamos que íbamos a tener la medalla de oro. Estuvo ahí bien peleado, pero hizo su máximo”, señaló su entrenadora, Liza Bass.

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