LOS ANGELES. Cuando Eric Ramírez Ramos nadaba la final de los 25 metros espalda este domingo en el Uytengsu Aquatics Center de la Universidad del Sur de California, había una persona en las gradas que no cabía de la emoción y que cuando lo vio ganar medalla de plata estalló en alegría.

Esa persona era su madre, Waleska Ramos, quien viajó desde Puerto Rico para verlo competir en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales, sin saber que presenciaría el logro deportivo más grande de su hijo al presente.

“Estaba súper emocionada, me temblaban las manos, yo lloré. Bueno, no sabía qué hacer”, contó Ramos hoy, lunes, luego de ver varios eventos preliminares de natación junto a otros padres y madres de nadadores boricuas.

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Sobre la reacción de su hijo, señaló que “estaba bien emocionado, bien contento, levantando las manos, riéndose, porque él no habla mucho, pero lo demuestra”.

Esa medalla fue la segunda para Puerto Rico en lo que va de competencia, y Eric la consiguió en menos de una hora después de que Eneida Ramos ganara plata en los 100 metros espalda.

Ramos puntualizó el hecho de que estos son los primeros Juegos Mundiales en que su hijo de 24 años participa, y que él no hacía más que preguntar cuándo viajarían a Los Ángeles.

“Siempre le ha gustado nadar. Hace tiempo que lo tengo en natación y es la primera vez que cae para unos Mundiales. El estaba loco de contento, loco por llegar. Todos los días me preguntaba ¿cuándo nos vamos en avión?”, expresó Ramos, quien reside en Ponce junto al atleta.

Eric terminó la prueba en 47.87 segundos, detrás del costarricense Heiner Monge, quien hizo 43.68.

“Eric nadó muy bien, saboreamos la (medalla) de oro los primeros 15 metros, pero el otro nadador fue mucho mejor en ese momento”, comentó la entrenadora de natación de Puerto Rico, Liza Bass.

“Estamos bien contentos porque Eneida y Eric fueron las primeras medallas (para Puerto Rico), bien orgullosos de ellos”, agregó.

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