El medallista olímpico boricua Jaime Espinal quisiera poder decir que está más feliz que una lombriz luego que el Comité Olímpico Internacional decidiera ayer que la lucha se mantendrá vigente como deporte olímpico hasta, al menos, el 2024.

Pero su contentura es limitada por la cautela, debido a que la permanencia de la lucha no es de forma definitiva, sino que está sujeta a revisión otra vez en el 2024.

“Me enteré tan pronto como llegué a el hotel y vi a mi entrenador Pedro Rojas, quien nos contó con mucha emoción cómo se llevó a cabo la votación”, dijo Espinal, quien viajó ayer a Hungría para participar en el Mundial del Lucha, el cual se efectuará en la ciudad de Budapest del 16 al 22 de septiembre.

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“Estoy contento, pero la realidad es que ganamos una batalla, pero no la guerra. La lucha se queda hasta el 2024. Después de ahí entramos en el mismo procedimiento nuevamente”.

La lucha, deporte milenario en las Olimpiadas desde los tiempos de los antiguos griegos, estuvo en jaque a inicios del año cuando fue puesta a competir con otros posibles nuevos deportes olímpicos como el squash, el karate-do, el wushu y el béisbol, entre otros, para mantenerse vigente para las Olimpiadas de 2020 y 2024, dejando así en el aire a varias camadas de luchadores mundialistas en potencia que venían en ascenso.

Pero el sentido común prevaleció y la lucha aventajó el domingo al squash y al béisbol en la votación del COI. Ahora hay que ver qué cambios hace la lucha para mantener su popularidad y evitar otro atentado olímpico en su contra.

“Ya es un hecho que cambiaron las reglas y ya aseguraron que cambiarán las categorías de pesos. En estos momentos nadie sabe cuáles serán esas categorías, pero ya los cambios están siendo establecidos. Seguimos atentos de todo lo que sucede”, agregó Espinal.