La actriz Taylor Schilling, conocida por su papel protagónico en la exitosa serie Orange Is the New Black, confesó haber tenido un accidente mientras grababa una escena sexual para la serie de Netflix.

En entrevista con Seth Meyers, la intérprete de Piper dijo que grabar escenas sexuales siempre es raro, sobre todo por la cantidad de gente que está mirando mientras actua, y que en una ocasión incluso se lastimó.

"Estaba muy emocionada. Me quité la camisa y raspé mi cara con mi pequeño 'nametag'. La producción tuvo que parar el rodaje por una hora porque se notaba la sangre", dijo.

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