A sus 41 años de edad, el excampeón de boxeo Oscar De la Hoya reconoce que vivió una vida que nunca sintió como propia. Ahora, cuando se levanta de sus adicciones al alcohol y drogas, está comenzando a valorar todo lo que le rodea, en especial a su familia.

“Cometí muchos errores. Viví una vida que siempre sentí que no era la mía”, dijo esta mañana el empresario de boxeo.

La fidelidad de su esposa, la excantante Millie Corretjer, es una muestra de amor que lo ayudó a levantarse en su reciente recaída, y de la que han salido fortalecidos con la llegada de su tercer retoño, la bebé Victoria.

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“Es Victoria, porque es una bendición, sentimos como que Dios nos está dando una nueva oportunidad y Victoria, porque queremos estar victoriosos en esta vida nueva”, detalló sobre el origen del nombre de la hermana de Oscar Gabriel y Nina Loren. De la Hoya también es padre de otros dos jóvenes.

Para saber más detalles de la nueva vida que experimenta el llamado “Golden Boy” junto con su familia y cómo logró librarse de sus vicios, busca mañana la edición impresa de Primera Hora.