Es peor que un balde de agua fría. Estás en un momento fogoso con tu pareja y, de repente… ¡sorpresa! Escuchas esa vocecita ingenua que pregunta: ‘¿mami, qué estás haciendo?, o ‘¿por qué papi está desnudo?’.

Las anécdotas sobran. “Cuando me pasó yo estaba sobre él y me tiré al piso, del otro lado de la cama, para que el nene no me viera sin ropa”, recuerda Karla, cuyo nombre verdadero ha sido cambiado. “Le dije que se fuera a la cocina y me esperara allí, que pronto iba a hacerle desayuno. Pero fue bien incómodo”, explica sobre el incidente cuando el niño tenía 4 años.

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Otra mamá que prefirió quedar en el anonimato, relató que “la nena tenía dos años. Estaba durmiendo su siesta, de día, así que mi marido y yo aprovechamos el momento. Pero en medio de la acción, la nena se asomó a la puerta (de la habitación) porque quería jugar. Nos vestimos con prisa, y actuamos como si nada hubiera pasado para disimular, pero fue bien vergonzoso. Y claro, las ganas se nos apagaron”.

En definitiva, la creatividad echa a volar en el intento desesperado por dar explicaciones para salir del incómodo percance. Pero, ¿cómo debemos manejar el asunto?

“No prendas el botón del pánico”, responde el psicólogo Carlos Sosa. “No hay que exagerar”, insiste. Claro, es importante “bregar con madurez”. Pero hay que comprender que, si bien “la intimidad de pareja siempre hay que protegerla”, es comprensible que hayan circunstancias que “puedan llevar a tener este tipo de situación”, aun cuando se esté pendiente de mantener la puerta de la habitación cerrada o asegurarse de que los niños duermen. 

Por su parte, Ernesto, un papá que también optó por ocultar su nombre verdadero, recuerda una ocasión en la que “mi esposa y yo estábamos en pleno apogeo, cuando la nena (de 9 años) entró al cuarto. Como mi esposa tenía camisa y nos cubría un poco la sábana, empezamos a disimular como si estuviéramos jugando. Nos dio tiempo de taparnos”.     

Cuando le vayas a explicar 

El doctor aclara que “los seres humanos son seres sexuales y siempre van a tener curiosidad”, incluyendo los niños. ¿Qué decirles?

1. El psicólogo indica que ante la situación, actúa de la forma más natural posible. Cubre tus partes íntimas. Si surgen preguntas, procede a explicar que ‘cuando papá y mamá se aman mucho, como parte del amor de pareja, las personas adultas a veces lo expresan con caricias’, dice Sosa.  El doctor enfatiza que al explicar, en especial durante los primeros años del menor, es mejor decir ‘caricias’ que ‘relaciones sexuales’.

2. Evita la morbosidad y dar un matiz inadecuado al dar explicaciones (hacer gestos que hagan obvia la incomodidad, realizar chistes, usar palabras soeces, condenar la acción del niño agrediéndolo, etc.).

3. Es importante enfatizar al menor “que estas cosas ocurren solo entre adultos. Hay que establecer las bases de la confianza para que el menor pueda reconocer cuando un adulto lleve a cabo un comportamiento disfuncional con el niño”.

Ten en cuenta su edad

Que tus hijos te descubran en pleno acto íntimo, ¿puede provocarles un trauma? “No necesariamente”, responde el doctor. “Depende del enfoque que le den los adultos”, menciona. Y especifica que, al dar explicaciones, se debe tener en cuenta la edad y la madurez del menor “para no crear una connotación equivocada de la realidad”.

1 a 3 años

Es una edad en la que es más fácil sobrellevar el incidente y actuar con naturalidad ya que, por lo general, no entienden lo que pasó.

4 a 6 años

Es una etapa de mucha curiosidad, por lo que las preguntas comenzarán a aflorar. Ten presente dar una explicación sencilla, ajena a detalles.

7 y 12 años

Tienen mayor conocimiento de lo que ocurre y hasta pueden mostrar gestos de desagrado (al igual que en la adolescencia). Aun así, se puede abundar un poco más sobre lo que implica tener una relación sexual, "pero siempre manteniéndolo simple" y enfocándose en las dudas del menor, indica el doctor.

¿Y si la pareja duerme en la cama con los hijos?

Esta costumbre todavía forma parte de la rutina de muchas parejas, en especial durante los primeros años del menor, de ahí que procuren hacer malabares para lograr tener ese momento de placer bajo las sábanas. Pero, ¿es sensato? “Un adulto responsable no se va a poner a tener relaciones sexuales cuando hay un menor en la cama, aunque esté dormido. Punto. No importa la edad. En eso no hay punto intermedio. No es correcto”, destaca el también expresidente de la Asociación de Sicología de Puerto Rico.

Sosa explica que “no es correcto cuando se quiere promover en el menor el desarrollo de una sexualidad saludable y una percepción correcta de lo que debe ser la intimidad de pareja”. Además, puntualiza que “a veces ellos (los hijos) parecen dormidos, pero no lo están”. Lo idóneo es que “como adultos, traten de programar para tener la relaciones cuando no haya niños en la cama”, enfatiza.

El psicólogo agrega que “no se debe dormir con los bebés en la cama. Hay que evitarlo siempre. Los niños deben dormir en su habitación”, aclara, aunque “eso no quita que una noche en que hay relámpagos y tengan miedo, ellos busquen apoyo en los padres, pero se trata de una excepción. Papá y mamá tienen derecho a tener una intimidad como pareja”.

Para citas con el psicólogo Carlos Sosa: 787-755-2402 o 787-640-2823