SALEM, Indiana. La madre de un niño de 5 años de Atlanta cuyo cuerpo fue encontrado en una maleta en Indiana en 2022, fue detenida sin fianza el martes durante una extraña comparecencia inicial ante el tribunal en la que afirmó que estuvo bajo vigilancia federal durante varios meses antes de su captura.

Dejaune Anderson, de 38 años, está acusada de asesinato, negligencia y obstrucción a la justicia por la muerte de Cairo Ammar Jordan, cuyo cadáver fue descubierto por un buscador de setas en abril de 2022, en una zona boscosa a unos 55 kilómetros (35 millas) al noroeste de Louisville (Kentucky).

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Alguaciles federales detuvieron a Anderson el mes pasado en California, después de que llevara casi dos años prófuga.

“He estado bajo vigilancia de la NSA durante los últimos ocho meses”, dijo Anderson al juez de circuito del condado de Washington Larry Medlock, “¿y cómo puede eso calificarme de fugitiva a la huida cuando también he tenido un destacamento de la fuerza espacial que seguía todos mis movimientos?”.

“Si la Fuerza Espacial se presenta y me dice que está dispuesta a vigilarte”, respondió Medlock, “retomaremos la cuestión de la fianza más adelante”.

Cuando Medlock pidió inicialmente a Anderson que se identificara, ésta respondió con otro nombre, que empezaba por “Princesa”, y dijo que “representaba a la entidad” de Anderson, informaron los medios locales.

Anderson pidió representarse a sí misma, pero Medlock dijo que pedirá a alguien de la oficina del defensor público que la represente.

Anderson deberá comparecer de nuevo ante el tribunal el 25 de abril, y la fecha provisional del juicio está prevista para agosto.

Una autopsia reveló que Cairo murió de vómitos y diarrea que le provocaron deshidratación, dijo la policía estatal. Los investigadores dijeron que el niño había muerto una semana o menos antes de que el buscador de setas encontrara el cadáver.

Una segunda mujer acusada en el caso llegó a un acuerdo con la fiscalía en noviembre.

Dawn Coleman, de 41 años y residente en Shreveport (Luisiana), fue condenada a 30 años de prisión con cinco años de libertad condicional en suspenso, tras declararse culpable de ayudar, inducir o provocar un asesinato, abandono de una persona dependiente con resultado de muerte y obstrucción a la justicia.