La casa acreditadora que faltaba por degradar bonos del Gobierno de Puerto Rico lo hizo hoy. Ya son tres.

Fitch Ratings anunció hoy que degradó a chatarra los bonos de Puerto Rico.

En un informe emitido esta mañana, Fitch Ratings bajó la clasificación de BBB- hasta el segundo escalón del grado especulativo, que en la escala de Fitch es la nota BB, con el argumento de que la isla caribeña tiene graves problemas de liquidez y unas difíciles condiciones para acceder a los mercados de deuda. Además de los bonos de obligaciones generales, la degradación incluye los bonos garantizados de la Autoridad de Edificios Públicos, de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillado y los ligados al Sistema de Retiro.

Relacionadas

El anuncio ocurre una semana después de que Standard & Poor’s y Moody’s hicieran lo mismo y un día después de que el gobernador Alejandro García Padilla anunciara medidas para enfrentar la degradación.

S&P fue la primera de las grandes agencias en bajar el pasado miércoles la calificación de Puerto Rico hasta el grado especulativo, aunque en realidad su deuda llevaba ya meses negociándose a intereses característicos de los bonos que están en ese nivel (bonos "basura").

"Las recientes rebajas han desencadenado nuevos requisitos de liquidez y reducido las expectativas de acceso futuro al mercado para la deuda del Estado Libre Asociado", aseguró Fitch.

Con este argumento reconoce que su decisión de bajar la calificación se debe al hecho de que las otras agencias también lo han hecho, por lo que a Puerto Rico se le pone más difícil obtener financiación.

De hecho, en el comunicado admite que desde noviembre, que es cuando decidió revisar sus calificaciones con la intención de bajarlas, "no se han registrado desarrollos negativos significativos en las finanzas del Estado Libre Asociado".

En cualquier caso, y "en el contexto de otros problemas de crédito relacionados con una economía débil", Fitch considera que "estos obstáculos adicionales se oponen al mantenimiento de un perfil de crédito de grado de inversión" y considera que la perspectiva de la calificación en un plazo de uno o dos años es negativa.

Por el momento, y al contrario de lo que hizo Moody’s el viernes, no ha modificado la calificación que le merecen los bonos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina), la sociedad pública que emite deuda a partir de lo recaudado con el impuesto sobre ventas y uso (IVU) para refinanciar la que no está garantizada a nivel constitucional.

La deuda de Cofina, que está mejor considerada en los mercados, sigue estando en el grado de inversión (en el que se considera seguro invertir) a ojos de las tres grandes agencias, pese a que incluso el Gobierno reconoce que se ha emitido demasiada deuda respaldada por esa corporación.

"Estos bonos están garantizados por el IVU del Estado Libre Asociado y aislados de las restricciones de crédito que sufre a nivel general", explica Fitch para justificar su decisión de mantener la nota de Cofina.

Puerto Rico “ha respondido con rapidez”

En sus explicaciones, añade que Puerto Rico "ha respondido con rapidez y decisión a los desafíos que han surgido en los últimos años y la actual Administración ha hecho un progreso significativo en el tratamiento de los problemas de crédito".

Fitch cree que el compromiso del Gobierno de lograr el equilibrio fiscal y el cumplimiento de sus compromisos con los tenedores de bonos "sigue siendo fuerte".

De hecho, recuerda que el gobernador, Alejandro García Padilla, anunció recientemente un plan para equilibrar el presupuesto del próximo año sin aumentar la deuda, un año antes de lo previsto.

Sin embargo, la economía de la isla ha estado en recesión desde 2006 y, en su opinión, los signos iniciales de recuperación detectados en 2012 "parecen haber sido más un reflejo de estímulos económicos que un verdadero crecimiento".

"Aunque algunos datos recientes sugieren una mejora incipiente, los resultados son mixtos y es demasiado pronto para decir si la economía se estabilizará este año", advierte Fitch, que considera que "el éxito final de los esfuerzos para poner las finanzas" en una senda sostenible será dictado por el desempeño de la economía".

Era de esperarse

Para la economista Martha Quiñones, esto era algo que se esperaba y no cambia mucho el panorama.

“No altera nada, pero cada vez será más difícil ir al mercado de bonos y conseguir buen precio, pero era lo que (el Gobierno) estaba esperando”, señaló.

Ahora, el Gobierno tendrá que buscar alguna respuesta, porque la casa acreditadora sí le cuestionará cómo lo va a resolver.

“No lo puede dejar así, simplemente degradado porque tendrá la misma falta de dinero en Retiro, deben identificar cómo va a hacer que llegue el dinero”, indicó.