Washington. La Casa Blanca alertó hoy de que la situación en Puerto Rico, que este domingo incurrió en su primer impago masivo de deuda, "empeora cada día", al reiterar la "urgencia" de que el Congreso actúe al respecto.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó que espera que ese impago masivo y la declaración de hoy del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, acerca de que la isla tampoco tendrá dinero para pagar los vencimientos de deuda del 1 de julio "creen un nuevo sentido de urgencia" entre los miembros del Congreso.

"Han pasado 194 días desde que la Administración (del presidente Barack Obama) ofreció una propuesta legislativa para hacer frente a esta situación", recordó Earnest en su rueda de prensa diaria.

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Según el portavoz de Obama, "desgraciadamente" el Congreso, controlado por los republicanos, no está actuando con la rapidez necesaria para que "un rescate a Puerto Rico sea menos probable".

Este domingo, el gobernador de Puerto Rico, Estado Libre Asociado a EEUU, anunció su decisión de aplicar una moratoria unilateral en el pago de los $422 millones que debía abonar a los titulares de deuda del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), el brazo financiero del Ejecutivo.

Aunque en meses pasados ya había dejado de pagar algún vencimiento puntual de deuda, el anunciado ayer es el primer impago masivo en la historia de esta isla caribeña.

La isla lleva meses reclamando al Congreso "un proceso de reestructuración que no le costará nada a los contribuyentes" y que "nos permitiría asegurar que Puerto Rico, de cara al futuro, sea viable", explicó García Padilla en un mensaje público a la ciudadanía.

Hoy el gobernador adelantó que la isla tampoco tendrá dinero para pagar los vencimientos de deuda del 1 de julio, entre los que hay unos $700 millones en obligaciones generales, cuyo pago está garantizado por Constitución local.

García Padilla ha invitado a los acreedores a negociar de "buena fe", en referencia a los cerca de $2,000 millones de dólares en deuda que vencerá en julio.

Si Estados Unidos no aprueba antes algún mecanismo de reestructuración, Puerto Rico dejará sin cubrir deuda garantizada, algo sin precedentes en la historia de este territorio que seguramente acarreará "una infinidad de demandas" ante los tribunales estadounidenses.