El grito de auxilio de los alcaldes del Partido Nuevo Progresista (PNP) de Yauco, Abel Nazario, y el de Loíza, Eddie Manso, quienes no tienen dinero para el pago de nómina de los empleados, se escuchará también en muchos otros  municipios. 

Nazario despedirá al menos 58 empleados temporeros y dice que no tiene fondos para pagar el sueldo de 300 empleados municipales en diciembre.

Manso, no pagó a los empleados la pasada  quincena.

Cerca de la mitad de los 78 municipios de la isla operan  con déficit presupuestario.

El economista Joaquín Villamil indicó que estos déficits los están cubriendo  con adelantos y préstamos del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).

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“Hay también algunas quejas, de Nazario,  de que  el CRIM le tiene un dinero aguantado.  Son 35 municipios  que operan con déficit y se bandean con adelantos  del Banco de Fomento.  Con la situación  del Banco, ahora,  me imagino que el Banco está siendo más cuidadoso con esos adelantos y  préstamos”, dijo el economista.

Lo interesante, agregó Vilamil,  es que los dos alcaldes son del PNP.

“Si miras los números de los municipios, los déficits son bastantes grandes y me imagino, que los que no están hoy, estarán muy pronto en esta situación”, apuntó.

Al comentarle a Villamil que “el grito” de los alcaldes coincide con la controversia de la “crudita”, observó que una cosa que ha pasado en Puerto Rico es que “los alcaldes han tenido una autonomía bien grande. Señaló que “los alcaldes no necesitan a los partidos y los partidos necesitan a los alcaldes”.

“Eso les da  un nivel muy grande. Eso de los municipios es fácil de explicar. Lo que habría que preguntarle a los dos alcaldes  es,  cómo es posible que no previeron esa situación  dos meses antes. Eso no surge de la noche a la mañana. Habría que preguntarle cuándo fue que se dieron cuenta”, acotó.

En torno a lo señalado por el alcalde Nazario, de que ha habido una reducción de captación del IVU de al menos $100 mil, el economista explicó que responde al desempleo, a que la gente no gasta, pero también al establecimiento de súper centros comerciales.

“En esos dos municipios en particular, debido a la situación económica la gente está comprando menos. Pero cuando estableces un súper centro Waltmart y un  Plaza Caribe, el impacto que tiene es regional”, ilustró.

“Si pones un súper centro en Hatillo, el impacto no va a ser solo en Hatillo; a  a ser en Camuy, Quebradillas. Plaza Caribe, cerca de Yauco con 700 mil pies cuadrados. Loíza ni se diga. Está  el centro Los Colobos en Carolina. Esos centros están captando el consumo de la gente que vive en Canóvanas, Carolina, Loíza. Como Loíza ni Yauco tienen centros comerciales de esa magnitud, pierden capacidad de captar IVU”, explicó Villamil.

Expuso que si se mira al 2005 y al 2006, se  han perdido muchos empleos, lo que significa menos capacidad adquisitiva, porque la gente tiene menos ingresos.

“En un ambiente de incertidumbre, la gente deja de comprar. Recientemente, en los primeros dos o tres trimestres ha habido unos atisbos en el empleo, particularmente en el sector privado. Eso mejora un poco el panorama, pero falta mucho por recuperar para superar los niveles”, dijo con conservador optimismo. 

El economista José Alameda, en tanto, señaló que los alcaldes tienen hace tiempo un problema, sobre todo los de los municipios pequeños.

“Muchas de las ventas  y la actividad económica se ha reducido. Responde a una crisis mayor de una prolongada recesión que no se ha podido articular una salida. Yo creo que no se podrá articular. Estamos en un estancamiento  secular. No hay una fecha de expiración”, dijo Alameda.