En el último día para entregar la llamada “dolorosa”, el flujo de personas que llegaba en las últimas horas de hoy, martes, hasta la sede del Departamento de Hacienda era liviano. 

Decenas de contribuyentes entraban y salían rápidamente del edificio Intendente Ramírez, en el Viejo San Juan, luego de pasar en cuestión de minutos por el proceso de entregar su planilla de contribución sobre ingresos. 

“Me gustó mucho, más rápido”, opinó Maraliz Vázquez sobre el servicio de los funcionarios de la agencia.

La secretaria de Hacienda, Melba Acosta, afirmó que llevan un “buen nivel" en torno a las planillas recibidas y el pago de los reintegros. A eso de las 2:15 p.m., la titular de Hacienda esperaba que al final de la jornada se sobrepasara la cifra de 1.3 millones de planillas recibidas el año pasado. A esa hora, alrededor de 992,000 planillas habían sido radicadas, 62% de manera electrónica. 

“Nos quita parte del peso, y el procesamiento es mucho más rápido”, expresó Acosta. 

Sobre el pago de los reintegros, Acosta dijo que ya se han enviado $103 millones, lo que representa unas 156,000 planillas procesadas. 

Por su parte, la subsecretaria de Hacienda, Karolee García Figueroa, atribuyó a la radicación electrónica de planillas el ambiente tranquilo que predominaba en la entidad gubernamental. "Ha tenido un auge y una aceptación muy buena este año”, indicó.

Algunos empleados que recibían documentos por el servicio de “servicarro” que se instaló para la ocasión anticiparon temprano en la tarde que sería cerca de vencerse el plazo para la entrega cuando recibirían una avalancha de gente.

José Rafael Lugo Iglesias, exempleado de la Autoridad de Energía Eléctrica, esperó la fecha límite para efectuar el pago de su planilla porque tenía que pagar. Mientras firmaba el cheque de la mitad del desembolso de su contribución, comentó que si hubiese recibido reintegro, “la hubiese entregado hace tiempo”. Añadió que en octubre entregaría la otra mitad del dinero.

Algunos contribuyentes se quedaban merodeando en el edificio para escuchar las transmisiones en vivo de emisoras radiales que se ubicaron en el lugar. El área más concurrida era la de los comediantes Susa y Epifanio, quienes entrevistaban a funcionarios y personas que llegaron para entregar la planilla.