Dentro del revuelo que ha causado la decisión de cerrar 179 escuelas en todo Puerto Rico, no podían faltar manifestaciones de comunidades escolares en el área este. Padres, maestros y directores se han expresado preocupados por esta decisión drástica y la coyuntura histórica que está viviendo el país a nivel de su sistema educativo. 

Una de las escuelas a cerrarse en Carolina es la Julia de Burgos. El primero en defender su plantel sin tapujos es el director, Armando Montero, quien lleva desde el mes de enero trabajando en esta escuela y, simultáneamente, dirige la Luis Rodríguez Cabrero en el Residencial Luis Llorens Torres. A pesar de reconocer que la matrícula de 209 estudiantes podía ser punta de lanza para cerrar la escuela, Montero indicó que le sorprendió la determinación de la Secretaria.

Relacionadas

“Nos tomó por sorpresa porque no hemos sido visitados por ningún servidor público de la agencia y le pido a la Secretaria los informes que muestren de algún funcionario que nos haya visitado para ella tomar la decisión de cerrar la escuela”, declaró Montero.

Las razones por las que el director de la Julia de Burgos entiende deben reconsiderar la decisión son varias, entre ellas la cantidad de familias que rodean el plantel escolar (3 mil familias), las comunidades de otros pueblos que se benefician de la escuela, la accesibilidad del plantel y las dificultades que representaría el movilizar a estudiantes que no cuentan con transportación.

“Tenemos 28 estudiantes de Piñones, Villa Palmeras y Llorens Torres, que son comunidades con problemas de seguridad y esas familias ven en la Julia de Burgos un plantel con oportunidades. Además, contamos con 51 estudiantes dominicanos que llevan menos de cuatro años en Puerto Rico. Nos estarán moviendo a la escuela René Márquez y queda a seis millas de distancia”, expuso Montero.

“La causa del País debe ser una. En vez de abrir más cárceles, yo prefiero tener un sistema educativo saludable”, puntualizó Montero.

Por otra parte, en la escuela Antonia Sáez del pueblo de Humacao, el reclamo más contundente es a la directora del plantel Carmen Piñero Borges, a quien señalan por reducir la matrícula de la escuela y eliminar el kindergarden para el año escolar 2016-2017 con el propósito de que la escuela fuese considerada como una de baja matrícula y, por ende, fuera cerrada.

“La directora eliminó nuestro kindergarden, habiendo 23 niños matrículados y otros tres espera de matricularse. Además entregó los materiales de kínder a otras escuelas con la intención de que esto (cierre) sucediese”, declaró Enrique Rosado, portavoz de los padres de la escuela. 

Cabe destacar que otras escuelas de la zona están en la lucha por mantener con vida sus planteles, estas son solo algunas de ellas: Pablo Suárez (Luquillo), Inés Encarnación y María I. Dones (Fajardo), Las Parcelas Campo Rico (Canóvanas), Luis Muñoz Rivera y Antonio Sariera Egozcue (Carolina- San Juan), entre muchas otras.