El caso de Jeremy Ruiz Tomassini, joven de 23 años condenado a cuatro años de prisión por consumo de marihuana, trae de nuevo a palestra pública el tema de cuán injusto puede ser encarcelar a estos ofensores de la ley sustancias controladas.

El senador Miguel Pereira, que presentó un proyecto de ley que cambiaría esa realidad, dijo ayer que una persona como Jeremy  “está recluido en un lugar hostil y sumamente violento”.

El país tiene que evaluar las consecuencias de un castigo tan fuerte para la vida de un jovencito; los puertorriqueños tienen que sopesar cómo esta sociedad se afecta porque una persona se fume un cigarrillo de marihuana, agregó. 

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“La pregunta que se tiene que hacer toda la sociedad es a quién le hacía daño Jeremy al fumarse un cigarrillo de marihuana: le hacía daño a Jeremy”, dijo el también ex secretario de Corrección, quien calificó la pena que prevalece en estos casos como una “bárbara y desproporcional” .

Sobre el ambiente carcelario, Pereira señaló que no es que  vayan a matar al prisionero, “que lo pueden matar”; es que en la cárcel la pelea por el control del espacio es perpetua y eso tiene unas consecuencias que pueden ser sumamente serias.

La marihuana es una de las drogas que más se usa en el mundo y si se toma en cuenta que en 2008 un total  169 mil adultos encuestados en Puerto Rico dijo que la había usado, lo lógico es que la mayoría de ellos fueran jóvenes, acotó el presidente de la Comisión de lo Jurídico, Seguridad y Veteranos.

“Son los hijos de todos nosotros los que corren el peligro de que caer presos… y no en Manresa (un centro de retiro espiritual en el centro del país)”, destacó el legislador.

Pereira puntualizó ayer que en la Isla se dan alrededor de 4 mil arrestos al año por cantidades mínimas de marihuana, lo que significa que un por ciento de los detenidos va a tener que pasar por el proceso  judicial.

El ex Secretario de Corrección subrayó que en la Isla el  castigo por el consumo de marihuana en tan desproporcional al delito cometido, que  aquí esa falta se  castiga con los mismos años de prisión que el  mutilar a otro, o abandonar a un menor.

Otro problema con las sanciones al consumo de marihuana es que la persona tiene que ser adicta para que se le permita optar por un programa de desvío.

Para el desvío que se incluye en el proceso que se da en las llamadas Cortes de Drogas también se requiere que todos los componentes del proceso estén de acuerdo, apunto Pereira.

Ayer, familiares de Jeremy Ruiz Tomassini solicitaron del gobernador Alejandro García Padilla un indulto para el joven.

Pereira advirtió que del caso del joven de Aguadilla él solo conoce lo que ha salido en la prensa.

“El Gobernador tiene que contestar esa pregunta (la de indulto)”, afirmó el Senador, quien describió el proceso hacia un indulto como uno largo y tedioso.

“Estoy seguro de que él (García Padilla) escuchará el consejo del Secretario de Justicia”, sostuvo en relación el confinado en la Guerrero de Aguadilla.

El proyecto de ley de Pereira establece una multa que no podrá exceder de  $100 por la posesión de catorce gramos o menos de marihuana.

La segunda infracción sería sancionada con una multa de $200 y en ambas instancias el Tribunal podría referir al imputado a la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA).

La tercera o subsiguientes infracciones quedarían sujetas a una multa de $300 y el Tribunal tendría que ordenar que la persona sea evaluada por ASSMCA.