El Cairo. Al menos 26 personas murieron hoy, entre ellos 13 civiles, incluidos dos menores, y decenas resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba en la ciudad e Al Hasaka, en el noreste de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG detalló que entre las víctimas hay seis miembros de las fuerzas de seguridad kurdosirias "asayish", ya que una explosión se produjo junto a un puesto de seguridad de esas milicias, situado en el barrio de Jashman.

Asimismo, el segundo ataque tuvo como blanco la sede de la milicia progubernamental Fuerzas de Defensa Nacional, ubicada en las proximidades de la estación de ferrocarril, y al menos siete de sus miembros perecieron.

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Por su parte, la agencia oficial de noticias siria, Sana, cifró las víctimas en 17 muertos y 70 heridos.

Fuentes policiales dijeron a Sana que un terrorista suicida hizo explotar uno de los vehículos en el barrio de Jasman, al norte de la ciudad, matando a al menos cinco personas e hiriendo a otras 30, entre los que hay niños y mujeres.

Poco después, otro suicida hizo detonar un camión cargado de explosivos en el barrio de Al Mahata, en el oeste de la urbe, lo que causó la muerte de 12 personas, incluyendo una mujer y sus dos hijos, e hirió a otros 40, según Sana.

El pasado 19 de agosto, al menos 11 civiles y miembros de las "asayish" perdieron la vida y otros 29 resultaron heridos por el estallido de un vehículo cargado con explosivos en la población de Qamishli, ubicada en la provincia de Al Hasaka.

Los combatientes kurdosirios se enfrentan al EI en el norte de Siria para defender las zonas donde vive la minoría kurda del país y han recuperado terreno en los últimos meses.

En el pasado, los yihadistas secuestraron y ejecutaron a personas a las que acusaron de pertenecer a dicha milicia kurda o de colaborar con ella.

Los tres principales enclaves kurdos de Siria son Kobani y Afrin, ambos en la provincia septentrional de Alepo, y Al Yazira, que se ubica en Al Hasaka.

El conflicto originado en Siria a mediados de marzo de 2011 ha causado más de 220.000 muertos, cerca de cuatro millones de refugiados y más de siete millones de desplazados internos, según la ONU.

Por su parte, el EI proclamó un califato en junio de 2014 en Siria e Irak, donde ha tomado amplias partes del territor