Según las fuentes, los bombardeos franceses, que se producen dos días después de la ola de atentados que provocaron al menos 129 muertos en París, tuvieron como principal objetivo "un puesto de mando" del EI que también servía como centro de reclutamiento y de depósito de armas y municiones.

Además, los aviones también destruyeron un campo de entrenamiento del grupo yihadista, agregó.

Las fuentes indicaron que en total se lanzaron una veintena de bombas desde diez cazas, un ataque de mayor envergadura de los que hasta ahora venía haciendo la aviación francesa en Siria.

Desde hace más de un año, la aviación francesa operaba contra ese grupo terrorista en Irak con cazas Rafale y Mirage 2000 y un contingente de más de 700 efectivos.

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Pero el pasado 27 de septiembre se ampliaron a Siria los bombardeos, justificados por el Gobierno francés en la necesidad de su "legítima defensa" contra un grupo que golpea a su país dentro de sus propias fronteras.

Un estadio, una sala de conciertos, varias cafeterías y bares en París fueron algunos de los blancos de los ataques del viernes por la noche en la capital francesa.