Denis Victor Courchesne viajó varias veces a India, donde coaccionaba a menores de edad que vivían en la calle para tomarles imágenes y vídeos sexualmente explícitos a cambio de comida y un techo.

El canadiense tenía 5,478 imágenes de pornografía infantil y 813 vídeos, de los cuales había algunos que fueron producidos por él.

Se detectaron al menos 12 víctimas, tanto niñas como niños, una de ellas que conoció en su primer viaje en 2007, que tenía ocho años de edad. Siguió viajando a la India hasta el 2012.

Hoy, el juez federal Francisco A. Besosa lo sentenció a cumplir 40 años de prisión y libertad supervisada de por vida, luego de que el hombre aceptara su culpa. Este tiempo en prisión representa más años de los recomendados por las partes en el preacuerdo de sentencia, que era de entre 30 y 35 años. No obstante, la pena máxima podía haber sido de una cadena perpetua.

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El 18 de febrero pasado, Courchesne hizo alegación de culpabilidad por un cargo de posesión y otro de producción de pornografía infantil, de los 16 cargos que pesaban en su contra.

La fiscal federal Elba Gorbea detalló la gran cantidad de fotos y grabaciones que tenía el hoy convicto en su poder, y destacó que el primer vídeo que grabó en India fue en 2007 en el que aparece una menor de ocho años en un acto sexual mientras otros menores observan. La menor era pobre y vivía en las calles, por lo que él le ofrecía comida y una cama donde dormir, a cambio de grabar los actos sexualmente explícitos, según la denuncia en su contra.

"Fue cinco veces a India a grabar vídeos de niños. Se aprovechó de ellos y los usó como sujetos de material pornográfico, además de contribuir al amplio mercado de pornografía infantil que los humilla y hiere profundamente a los más indefensos. Las imágenes quedan como un récord permanente del abuso infantil", indicó la fiscal Gorbea.

El padre de Courchesne trató de leer una carta en sala, pero no pudo, por lo que la leyó el abogado de su hijo, Curt Obront, quien lo representó junto con Melanie Carrillo.

"Entiendo que ha cometido un horrible e inexcusable crimen. Cuando era joven, nunca fue sociable, nunca encajaba. Yo tenía su custodia, pero extrañaba a su madre, que era alcohólica. Se mantenía aislado, se chupaba el dedo y mojaba la cama hasta sus años de adolescencia", leía la misiva.

Agregó que nunca tuvo un empleo fijo, que se desempeñó como payaso en un circo y luego trabajó como taxista.

"Mi hijo tiene un buen corazón. No creo que sea un monstruo. Es una persona cambiada desde su arresto. Está arrepentido y dice que nunca debió de haber nacido", añadió.

El convicto no se expresó en sala.

El juez destacó que el hombre de 46 años contribuyó a la victimización de los menores, que fue cinco veces a India a cometer los hechos. Determinó que la pena recomendada por las partes no reflejaba la seriedad del delito, por lo que le impuso una sentencia mayor.

Ordenó, además, una restitución de $25,000 para las víctimas. Se recomendó sea designado a una institución penal en Massachusetts, con miras a que más adelante pueda pedir una transferencia a una cárcel en Canadá.

Courchesne fue detenido el 21 de agosto de 2014 en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, proveniente de Panamá. En una inspección de los oficiales del Negociado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), se detectó que poseía material de pornografía infantil en equipo electrónico que llevaba consigo. Al ser entrevistado por agentes de la Oficina de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI), admitió que le atraían sexualmente las niñas preadolescentes de entre 10 y 12 años.

En enero pasado, se enmendó el pliego acusatorio en su contra al detectarse que no solamente poseía pornografía infantil, sino que también cometió los actos de producción.

Lamentable incidencia de estos delitos