El juez Santos Ramos, del Tribunal de Humacao, determinó hoy, martes, que Efraín Rivera Ramos, conocido como “Bebo Orejas” e imputado por el asesinato del agente Joaquín Correa Ortega, tiene capacidad mental para entender y enfrentar el proceso en su contra.

 “Se declara procesable y se ordena que continúen los procedimientos”, ordenó el juez Ramos, quien preside la sala 204, tras escuchar la evaluación del siquiatra del Estado, doctor William Lugo.

En una de las bancas del juzgado, Ramonita Ortega celebró con llanto la decisión, toda vez que da luz verde a que el presunto asesino de su hijo encare la justicia.

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La vista preliminar comenzará a verse hoy mismo, en la sala 104.

Al momento del asesinato de Correa Ortega, ocurrido en Humacao el 10 de marzo de 2014, Bebo Orejas se supone que estuviera cumplimiento con un plan de terapias ambulatorias, luego de haber sido declarado no procesable dos veces en 2011 por violaciones a la Ley de Armas en la jurisdicción de Caguas.

“Opinamos que el señor Rivera Ramos no presentaba síntomas siquiátricos y se encuentra procesable”, declaró el doctor Lugo.

Por su parte, el abogado de defensa Ricardo Izureta destacó que distintos peritos de psiquiatría habían declarado no procesable a su cliente en dos ocasiones anteriores, además de haberse le diagnosticado un trastorno de control de impulsos.

“La entrevista no fue diagnóstica, sino para los criterios de procesabilidad”, aclaró el psiquiatra sobre la entrevista que cubre historial de enfermedad mental, uso de medicamentos y de sustancias.

A preguntas del abogado, Lugo indicó que con el historial provisto “se puede decir que tuvo una niñez traumática y que desde temprana edad sufrió mucho”.

También hizo una aproximación clínica de que Rivera Ramos, de 22 años y analfabeto, tenía una inteligencia “entre promedio y promedio baja”.

“Está apto para entender el proceso judicial”, reiteró Lugo, quien tuvo acceso a la evaluación pericial hecha para el foro federal, donde la doctora Aileen Rivera determinó que Bebo Orejas entendía el proceso en su contra y también era procesable.

Por el asesinato del agente Correa Ortega, Rivera Ramos enfrenta un proceso judicial estatal por conspiración, Ley de Armas y asesinato de un oficial del orden público, junto a Alexander Rosario de León, alias ‘Coquí’.

Rosario de León, por su parte, se expone a la pena capital, debido a ser uno los nueve implicados en el asesinato por encargo del teniente federal Osvaldo Albarati a su salida del Centro de Detención Metropolitana, en Guaynabo, en 2013.

Según la pesquisa, Rivera Ramos y Rosario de León abrieron fuego contra agentes de Información Criminal y Drogas del área de Humacao, que investigaban una feria de caballos clandestina en el barrio Pitahaya del mencionado municipio.

Correa Ortega y Rafael Rodríguez Carrasquillo, uno de los presuntos pistoleros, murieron en el lugar.

El sargento Víctor M. Pérez Figueroa, de 52 años, sufrió una herida de bala en el rostro.