Un sujeto sospechoso de extorsionar a unos hermanos, al amenazar con lastimar a sus padres si no le pagaban $800, fue arrestado por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) justo cuando fue a recoger el dinero.

Contra Kelvin Salas Román se emitió una denuncia por tentativa de extorsión y tentativa de infracción del Hobbs Act, que se refiere a violaciones por interferir con el comercio interestatal mediante violencia, extorsión y/o amenazas.

Salas Román detenido ayer, martes, compareció a la vista inicial en su contra esta tarde. En la audiencia la magistrada federal Silvia Carreño Coll le orientó que por una violación al Hobbs Act se expone a una pena máxima de 20 años de cárcel.

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Además, Carreño Coll le informó que por usar un medio de comunicación con conexiones del comercio interestatal, se expone hasta cinco años de cárcel. 

Carreño Coll ordenó la detención temporera de Salas Román hasta la vista de fianza, fijada para el 17 de agosto. Mientras, la audiencia para determinar causa fue señada para el 26 de agosto.

El imputado fue movido nuevamente al Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, donde pasó la noche del martes tras ser arrestado por las autoridades federales. 

Según la denuncia del caso, un individuo llamó por teléfono a una señora el pasado 10 de agosto y se identificó como un "viejo amigo" de sus hijos. Le indicó que quería comunicarse nuevamente con ellos y la mujer le reveló sus números telefónicos.

Poco después, un hijo de la fémina, identificado como víctima número dos, comenzó a recibir llamadas telefónicas amenazantes del mismo número del que llamó a su madre, (939) 238-8207. En las comunicaciones le decían que miembros de una ganga estaban moviéndose por la calle donde viven sus padres. 

El hombre alegó que su padre llamó a la Policía para reportar la actividad sospechosa y acto seguido agentes estatales arrestaron a unos sospechosos y le ocuparon un arma de fuego no registrada. 

Luego, el sujeto, en otra llamada telefónica, le manifestó que tenían que pagarle $800 por el arma ocupada, de lo contrario, lastimaría a su familia. La víctima número dos se negó a pagar.

Más tarde, su hermano, identificado como víctima número uno, comenzó a recibir llamadas y mensajes de texto amenazantes desde el mismo número telefónico. Quien lo llamó se identificó como Cheo y le contó la misma historia expresada a su hermano.

La víctima número 1 grabó una de las conversaciones y contactó al FBI. Al día siguiente, fue transportado a las oficinas de la agencia federal para recibir apoyo e instrucciones de los agentes porque seguían hostigándolo. 

Entonces, acordaron que Cheo enviaría a un "asociado" a recoger el dinero y pautaron encontrarse esa tarde en un restaurante en Cataño. Allí fueron cinco agentes federales y 10 se quedaron afuera.

A las 3:25 p.m., llegó al restaurante Salas Román en un carro Ford Escort, mientras hablaba por teléfono. Al entrar al lugar, fue directamente hacia la víctima número 1. El perjudicado le dijo: "No jo... más con mi familia. Esta pen... se termina ahora". 

Salas Román le contestó: "No van a lastimar a tu familia y no le van a molestar más... palabra de hombre". Entonces le dijo a la persona con la que hablaba por teléfono que no los lastimara porque le estaba pagando los $800. Luego, al salir del restaurante, Salas Román fue detenido por los agentes.

Durante la entrevista que le hicieron en las oficinas del FBI en Guaynabo, el imputado indicó que estaba trabajando con unos presos para obtener dinero. Señaló que trabajaba con su primo, apodado Chapo, que está preso en la cárcel estatal.

Práctica criminal común desde prisión