Esperando por que le pagaran un trabajo de pintura que había hecho, el dominicano Manuel Hernández Mansueta, de 55 años, fue ultimado a tiros anoche en la quinta masacre del año reportada frente al restaurante Pica Pollo y Pizzería, en Aguas Buenas.

“Ese señor estaba esperando que le fueran a pagar un trabajo que había hecho, para que tú veas como son las cosas. Estaba en el negocio porque la persona a la que le hizo el trabajo dijo que lo esperaría allí. Es increíble, él era inocente”, soltó Carlitos Román, propietario de la Funeraria Aguas Buenas Memorial y quien tendrá a cargo el proceso funerario.

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 Pero sus allegados no solo tendrán que pasar por la tristeza de haber perdido al hombre, el cual fue descrito como amigable y de buen humor. Esto se debe a que por ser ciudadano dominicano y no tener algún familiar cercano en la Isla, su cadáver tendrá que esperar en el Instituto de Ciencias Forenses seis días antes de poder ser identificado.

 Román explicó que “tienen que esperar esa cantidad de días señalados por el Instituto de Ciencias Forenses para que se pueda expedir una declaración jurada y un amigo pueda ir a identificarlo y, entonces, se hará la ceremonia”.

Adelantó que el cuerpo de Hernández Mansueta será cremado. No precisó cómo se dispondrán de las cenizas.

El dominicano fue una de las cuatro personas que murieron en la masacre de Aguas Buenas. Los otros fallecidos fueron identificados como Elizabeth Marín Cotto, de 45 años, y su hija Griselda de Jesús Cotto, de 17, así como Luis D. González Torres, de 32 y conocido como “Danny Cabeza”. Otras seis personas resultaron heridas. 

Por otro lado, una empleada de la Funeraria Monte Santo, en Aguas Buenas, que no quiso identificarse, confirmó que realizarán los actos fúnebres de González Torres. Se espera que el cadáver sea expuesto mañana.

Todavía se desconoce en qué funeraria serán veladas madre e hija.