Lo que se sabe de la muerte del niño Lorenzo

Una vez más se encendió la llama del fuego que representa el reclamo de justicia que exige el pueblo para el niño Lorenzo González Cacho, quien murió en el 2010 de forma violenta en la casa de su madre, Ana Cacho, señalada como una de las sospechosas en el crimen.

El domingo, un grupo de investigadores estatales y federales llegó a la residencia donde falleció el menor, en la urbanización Dorado del Mar, en Dorado. Según una fuente con conocimiento en la pesquisa, llevaron al lugar a Luis Gustavo “el Manco” Rivera Seijo, a quien en un momento se le consideró sospechoso del crimen.

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Así cobró un nuevo impulso el caso que por años las autoridades han insistido en que está avanzado en términos investigativos, pero en el que no ocurre nada en los tribunales.

A continuación, los datos del caso que ha estremecido a todo un pueblo por casi cuatro años:

La noche del 8 y madrugada del 9 de marzo  de 2010 se encontraban en la casa de Ana Cacho, en la urbanización Dorado del Mar, en Dorado: Ana Cacho, además de Lorenzo y sus dos hermanas (13 y 5 años en ese momento). En algún momento entre esos dos días también estuvieron en la casa el amigo de Ana, Jesús Genaro Camacho, el agente federal William Marrero y Arnaldo “Naldy” Colón.

Lo que dice Ana Cacho

Según el testimonio de Ana  Cacho,  la hermanita menor de Lorenzo se levantó a las 5:00 de la madrugada empapada de sangre y la alertó de que algo andaba mal. Ivette González, madre de Ana Cacho y abuela de Lorenzo dice que a las 5:19 a.m. su nieta mayor la llamó por teléfono desde el hospital para decirle que “Lorenzo se cayó de la cama y no responde”.

Eso fue lo que aseguró Ana Cacho cuando llegó al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Dorado, que Lorenzo se había caído de la cama.

La investigación

El niño llegó muerto al CDT, según  confirmó a Primera Hora la entonces directora del Instituto de Ciencias Forenses, María Conte, al cumplirse el primer aniversario del asesinato.

La autopsia practicada al niño por el patólogo Carlos Chávez reveló que Lorenzo tenía tres heridas con un arma filosa, que pudieran ser compatibles con un cuchillo: en la sien, en la ceja y en el tabique de la nariz. También le dieron un golpe fuerte con un objeto contundente que le provocó un trauma craneal en el lóbulo temporal izquierdo de su cabeza. Esto era compatible con homicidio y no con una caída. Por esto, quedó  claro que Lorenzo no murió accidentalmente por caerse de la cama que compartía con su hermana, de una plaza, con altura de poco más de 30 pulgadas del suelo y sin madera ni metal.

Los récords del CDT describen que el niño llegó bañado en sangre seca. Lo único que Conte admitió a este diario, en marzo de 2010, es que no fue una muerte instantánea.  Lorenzo agonizó desangrándose. Su muerte fue certificada por la doctora Mildred Boschetti a las 6:00 de la mañana, aunque el nene había muerto antes.

En la residencia del niño, en la urbanización Dorado del Mar, había sangre en múltiples sitios, lo que, según el ICF, es un tipo de escena usual para los casos criminales.

El ICF aceptó más tarde que había una diferencia entre la escena que se encontró el primer día y la escena que se encontró en los días posteriores respecto a la apariencia de limpieza o de orden que se encontró luego.

El colchón donde el niño se desangró fue dispuesto por el abuelo materno de Lorenzo, Carlos Cacho, y más tarde llevado al vertedero de Vega Baja.

La residencia, escena de un crimen, fue limpiada con el aval de la fiscal Mariela Santini, quien más tarde salió de la investigación.

Teorías

Lorenzo entró a la recámara de su madre sin anunciarse. En ese momento, “el niño vio algo que no debía ver”, según una fuente. Supuestamente, allí estaba Ana Cacho en compañía de al menos dos de sus amigos, o quizás los tres.

Las autoridades manejan dos versiones: en una, los tres hombres estaban en el cuarto y al menos dos de ellos sostenían algún tipo de contacto con Cacho. En otra, dos de los hombres peleaban al puño y uno de ellos quiso usar al niño como escudo para protegerse del otro.

Los investigadores están bastante seguros es de que, tras Lorenzo entrar al cuarto, uno de los hombres lo lanzó contra la pared, causándole un profundo golpe en la cabeza.

El manco

Documentos de Luis Gustavo Rivera Seijo, alias “Manco”, aparecieron en el patio de la casa de Ana Cacho. Este alegó que la madrugada de los hechos (9 de marzo), mientras se encontraba en un negocio de comida rápida en un centro comercial aledaño a la urbanización Dorado del Mar, lanzó los documentos judiciales por la verja, dentro de una bolsa, sin saber que iban a caer justo en el patio de la casa de Lorenzo. Según el hombre, que se descartó que tuviera que ver algo con la muerte de Lorenzo, presuntamente, desde el centro comercial, vio esa madrugada a Ana  Cacho discutiendo llorosa con un hombre. La descripción que ofreció concordó con la de uno de los entrevistados por la Policía y que estuvo en la casa de la mujer el día de los hechos.

No obstante, el Manco alegó que él había matado a Lorenzo con un cuchillo que escondió en la casa. Nunca apareció el arma. El entonces secretario de Justicia, Guillermo Somoza Colombani descartó que él tuviera que ver algo con la muerte de Lorenzo.

Ana Cacho apareció sorpresivamente en febrero de 2013  en el tribunal donde se enjuiciaba al Manco por el asesinato de un deambulante para exigir justicia para su hijo.

Visitas a la escena

9 de marzo de 2010 - La policía aseguró haber revisado minuciosamente la casa y que no se había encontrado ningún indicio de violencia ni objeto alguno con manchas de sangre u otras señales de sangre en alguna otra habitación.

16 de marzo de 2010 - Personal del Instituto de Ciencia Forenses realizó pruebas con tecnología infrarroja para, como dijo la entonces directora del ICF, María Conte, “detectar lo que no se puede ver a simple vista”. Aparentemente, se halló “crack” en el hogar

El 6 de agosto de 2010 - FBI visita casa de Ana Cacho donde murió Lorenzo

El 26 de enero de 2014 - Regresa el FBI a la escena.

Las hermanas de Lorenzo

A 21 días de la muerte de Lorenzo, Ana Cacho perdió la custodia de sus hijas. No la ha recuperado.

Otros datos

El 25 de marzo de 2010 robaron en el laboratorio donde Ana Cacho se había realizado pruebas de dopaje.

El 18 de abril de 2010 se publicó que Las pruebas que se le practicaron a la pipa de droga encontrada en la residencia de Ana Cacho la noche del asesinato del pequeño Lorenzo dieron positivo al ADN de la madre del niño de 8 años.

El 11 de junio de 2010 desconocidos robaron del vehículo de una psicóloga documentos y evaluaciones psicológicas relacionadas con el caso.

El 28 de febrero de 2013 - El expediente legal de Ana Cacho fue hurtado durante un escalamiento ocurrido la noche del jueves en la oficina de la licenciada Brenda Berríos Morales, en Río Piedras.