La creación de un destacamento y un precinto de la Policía Estatal en Loíza, así como el aumento en la vigilancia preventiva, son los puntales del nuevo Plan de Seguridad que se pondrá en vigor en ese municipio como medida para procurar la reducción de asesinatos y el resto de la incidencia de delitos Tipo I.

La información fue dada a conocer hoy, martes, por el jefe del área policiaca de Carolina, coronel Gregorio Merced, tras sostener una reunión con el alcalde de Loíza, Eddie Manso Fuentes.

El lunes, el superintendente, José L. Caldero López, informó que supervisará personalmente el plan anticrimen en ese municipio, después de un doble asesinato ocurrido el domingo a las 11:15 p.m., en la calle 7 de las parcelas Vieques, frente a un negocio de venta de bebidas.

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Raymond Vázquez Medina, de 24 años y Kenny R. Morales Andrades, de 23, ambos vecinos de las Parcelas Suárez en ese pueblo, fueron ultimados al ser tiroteados desde un vehículo en marcha. 

En la balacera Pilar Pizarro Ayala, de 28 años, resultó herida. 

Morales Andrades tenía expediente criminal por violación a la Ley de Armas.

Una semana antes, el 5 de abril, Nixalis Suárez, de 37 años y su pareja Ana Rosa Nieves Salgado, de 36 años fueron atacadas a tiros mientras viajaban en un carro Honda Accord de 2001 por la carretera PR-187, kilómetro 7.9, cerca de otro negocio en el barrio Torrecilla Alta, en Piñones. 

Ana Rosa sufrió una herida superficial en el cráneo, pero Nixalis falleció posteriormente.

El primer plan de seguridad para Loíza fue implantado por el propio Caldero López en el año 2010, mientras era jefe de área de Carolina. El plan logró una reducción de 35 asesinatos, asociados a una guerra territorial. Después de implantado, la cifra de esos delitos bajó a solo dos casos. La cooperación ciudadana fue la clave del éxito, destacó el funcionario. 

El coronel Merced reveló que a finales de este mes se espera que esté operando el destacamento del barrio Medianía Alta, ya que la estructura necesita mantenimiento y la instalación de servicios básicos de energía eléctrica y de agua. Por su parte, el alcalde confirmó que el destacamento está cerrado hace seis meses por la falta de mantenimiento. 

“Se van a estar tomando medidas adicionales. Confío en el trabajo de los oficiales de la Policía de Puerto Rico. Hemos tenido una respuesta afirmativa para garantizar la seguridad en nuestro pueblo. Va a haber un mayor patrullaje en el pueblo, mayor presencia de la policía en las calles de nuestras comunidades”, sostuvo el alcalde.

En el caso del precinto de Piñones se requiere más tiempo, ya que dependen de asignaciones presupuestarias de la Asamblea Legislativa para habilitar el cuartel con un área para el retén y otra para las oficinas administrativas. 

El alcalde aseguró que están esperando por una asignación de fondos de la legislatura que fueron gestionados a través del representante Ángel Bulerín ya que los trabajos de remodelación, tienen un costo de $150,000. El municipio apoyará el proyecto con personal para realizar los trabajos de mano de obra. 

“Por el momento vamos a aumentar la vigilancia preventiva los jueves, viernes, sábados y domingos. Nosotros contamos con bastante personal asignado, ahora vamos a reforzar con una unidad especializada para que nos dé la mano”, explicó el coronel Merced.

Manso explicó que este plan de vigilancia será reforzado con personal de la Unidad Motorizada e implica un incremento en las intervenciones por violaciones a la Ley de Tránsito. 

La alta oficialidad de la Policía, así como el ejecutivo municipal se comprometieron a hacer cumplir con las ordenanzas municipales en las áreas de Piñones y Loíza, donde se han concentrado los asesinatos más recientes, los cuales, según pesquisas en curso, se vinculan con riñas o conflictos en negocios y todos son casos aislados, sin ninguna conexión.

A raíz del asesinato de Nixalis Suárez, las autoridades organizaron otra reunión en vías de disminuir la incidencia criminal en la zona, con otro plan que no parece haber rendido los resultados esperados.

En este caso las autoridades conocen la identidad de la persona que disparó, pero no poseen testigos para radicar las acusaciones. 

La ordenanza municipal establece que en días de semana los negocios deben cerrar a las 11:00 p.m. y en los fines de semanas a las 2:00 a.m. en Loíza y a las 3:00 a.m. en Piñones. En lo que va de año han ocurrido siete asesinatos, dos más que los reportados a esta fecha durante el año pasado.