El asesinato del estilista Miguel Rodríguez Fernández, quien murió a manos de dos sujetos el pasado domingo en Santa Isabel, despierta nuevamente la discusión sobre lo que constituye o no los llamados crímenes de odio.

A pesar de que la Policía aun no ha podido establecer si, en efecto, Rodríguez Fernández fue víctima de un delito motivado por el prejuicio -de por sí la definición general de un crimen de odio-, todo parece indicar que las autoridades están ante un caso de este tipo.

El director de la Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico, el licenciado Ever Padilla Ruiz, opinó que quizás la preferencia sexual del joven de 25 años lo pudo haber convertido en el objetivo del vicioso ataque a puñaladas que le costó la vida.

Detienen a dos hombres en relación con asesinato en Santa Isabel

“Parecería que sí. Por la información que ha trascendido públicamente… ciertamente estamos frente a una situación que muy bien se identifica como un crimen de odio. Estamos hablando de un joven que no tenía problemas en la comunidad, que era un joven productivo y que, tal parece, que por ser gay, de ahí nace el odio del perpetrador”, dijo el procurador de los derechos civiles en entrevista telefónica.

“Todos los crímenes de odio parten del prejuicio y la comisión de delitos deshumanizantes, en los que se menosprecia la vida de otra persona por su condición social, estatus civil, sexo o porque pertenece a una minoría”, dijo.

Padilla Ruiz indicó que la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero (Lgbtt) suele ser las más atacada. Sin embargo, aclaró que los crímenes de odio alcanzan a víctimas de todos los grupos minoritarios.

“Los crímenes de odio son cualquier agresión o delito que sea motivado por algún tipo de prejuicio hacia alguna persona, ya sea por su raza, género, creencias religiosas, orientación sexual”, explicó.

“Se cometen crímenes de odio hasta contra las personas sin hogar, así que ya ahí uno puede ver que estos ataques van dirigidos a personas que pertenecen a algún grupo vulnerable”, dijo, al recordar la denuncia a principios de año en la que deambulantes de la zona de Río Piedras y Santurce alegaban ser víctimas de inescrupulosos que los rociaban con ácido.

El licenciado destacó, además, algunos de los elementos que se toman en cuenta para determinar si una persona ha sido víctima de un crimen de odio.

“Hay que estudiar la escena, ver si hay marcas, dibujos mensajes que puedan indicar que había prejuicio, si la fecha del incidente coincide con algún día importante de esa clase protegida, a qué grupo pertenecía la víctima, quién cometió el delito (si pertenece a otro grupo social) o si hubo alguna amenaza”, señaló.