Las autoridades tienen previsto someter mañana, lunes, cargos contra un hombre sospechoso de ultimar a su esposa en el barrio Bélgica de Guánica.

La acusación se produciría a casi un año del asesinato, ocurrido en el sector Santa Juanita del citado pueblo.

La víctima, Brenda Torres Quiñones, de 34 años, fue encontrada muerta sobre su cama el 18 de septiembre del año pasado. Desde el inicio de la pesquisa de su muerte la Policía descartó el suicidio.

Torres Quiñones estuvo casada 13 años con el individuo que ahora será acusado de ultimarla. La pareja procreó dos niñas. 

Personal de la División de Homicidios y la fiscal Milagros Saldaña entrevistaron al esposo de Torres Quiñones poco después de conocerse el deceso. Sin embargo, el hombre no fue detenido y se resolvió esperar por la determinación de causa de muerte, responsabilidad de los peritos del Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

El pasado 6 de agosto el Instituto de Ciencias Forenses reconoció a este medio que no había establecido la causa de muerte de Torres Quiñones. En ese momento la agencia, ni el Departamento de Justicia, explicaron la razón de la dilación.

En una entrevista el día de los hechos, el teniente José Torres Ruiz, entonces director interino de la División de Homicidios en Ponce, indicó que nada apuntaba a un suicidio. Además, señaló que tampoco había señales en la propiedad de que la entrada fue forzada. 

Aunque públicamente noo se ha revelado la causa de muerte de Torres Quiñones, el caso pasó a ser clasificado como asesinato por la Policía y hoy trascendió que acusaciones por ese delito finalmente se someterán el lunes.

El cadáver de la víctima fue descubierto semidesnudo por sus hijas de 10 y ocho años. Luego llegaron a la casa los abuelos maternos de las niñas y se toparon con la desgarradora escena. Inicialmente se comentó que en el lugar se había encontrado una soga y se sugirió como arma homicida, pero el dato se descartó horas después. 

El sospechoso, quien no se encontraba en la propiedad al ser descubierto el cadáver, ha sido acusado en varias ocasiones por incidentes de violencia doméstica. En el 2004 no se encontró causa para juicio en su contra y en 2007 fue declarado no culpable por otro caso similar. Sin embargo, en 2011 sí recibió un dictamen de culpabilidad, por lo que cumplió una pena carcelaria de dos años por violaciones a la Ley 54. 

Además de la fiscal Saldaña, también trabajaron en la pesquisa los fiscales Rubimar Miranda y Ernesto Quesada. La agente Angélica García investigó los hechos.

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