A casi tres meses del impune asesinato de la madre de Alba Reyes, la ex Miss Puerto Rico está convocando a una manifestación contra lo que considera un “sistema policiaco ineficiente y corrupto”.

“Ya van más de dos meses del asesinato de mi madre y no puedo quedarme más de brazos cruzados mientras mi familia pasa de ser víctima de un vil criminal a ser víctima de un sistema policiaco ineficiente y corrupto”, lee el comunicado enviado hoy a los medios de comunicación. A continuación, el resto del mensaje:

En una semana, el miércoles 31 de agosto, mi mamá Elena Santos cumpliría 60 años. Desafortunadamente, su vida fue interrumpida antes de tiempo por un cruel ataque contra nuestra familia y residencia. Nuestras vidas cambiaron para siempre en un instante y ese fue sólo el comienzo de una pesadilla que parece no tener fin.

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En Puerto Rico la cifra de asesinatos para este año a día de hoy asciende a 433. En el 2015 fueron 584, en el 2014 fueron 680, en el 2013 se registraron 883. De esta cantidad de muertes violentas y criminales solo aproximadamente el 5% de los casos son esclarecidos. Puerto Rico se viste de sangre todos los días, el pueblo vive preso del miedo y víctimas nos vemos forzadas a huir del país para garantizar nuestra seguridad, mientras quienes perpetran estos crímenes están libres.

Cada cuatro años recibimos promesas políticas asegurando que se atacará la criminalidad pero sólo nos encontramos con la dura realidad de que se mantiene la extrema tasa de crímenes violentos y homicidios. La leve merma reciente que ha habido se siente como mera casualidad y no como el resultado de ningún plan específico o estrategia del gobierno. El crimen no se previene efectivamente y tampoco se esclarece para evitar que quienes lo perpetran vuelvan a repetir ofensas.

A través de esta terrible experiencia que he vivido junto a mi familia hemos sido testigos de cómo tanto por ineficiencia como por lo que aparenta ser deliberado, quienes hemos sufrido las repercusiones de crímenes violentos nos vemos re-victimizados por el sistema y algunos de sus representantes.

Necesitamos que la Policía de Puerto Rico cuente con los recursos necesarios para poder lograr estos propósitos, que se reclute al personal para enfrentar esta crisis, que se les provea con el equipo y adiestramiento adecuado, que haya personas preparadas en inteligencia criminal, la consecución de confidencias y en el programa de ayuda a víctimas y testigos. El Instituto de Ciencias Forenses también tiene que contar con el personal, la tecnología, y las técnicas necesarias para esclarecer crímenes.

Por último, y lo que ha sido más preocupante y desalentador para nosotros en toda esta pesadilla, necesitamos que el Gobierno de Puerto Rico reconozca el gran problema de corrupción e irregularidades deliberadas que afectan el funcionamiento efectivo de la Policía y el Sistema Judicial. Se necesita una reforma a los protocolos en que la Policía atiende querellas de agresión, amenazas y órdenes de protección para evitar que las víctimas sean asesinadas. Las irregularidades que hemos vivido en todo este proceso, mucho antes que el vil asesinato de mi madre, son tantas que nos sentimos tan víctimas de este sistema que no funciona como de quien nos tronchó la vida y paz para siempre al halar un gatillo. Que las imposibilidades burocráticas de la Policía de Puerto Rico dejen de fomentar más víctimas.

Por esto le hago un llamado a las miles de personas que se han desbordado en solidaridad hacia mí y mi familia, y en especial a todas las familias víctimas del crimen en Puerto Rico, a que me acompañen el próximo miércoles 31 de agosto a las 10:00AM frente al Capitolio de Puerto Rico, para que juntos exijamos que nuestros candidatos a la Gobernación, Senado, Cámara y Alcaldes, se comprometan a tomar medidas para la prevención efectiva del crimen, el esclarecimiento de casos criminales y la asistencia sensible a las víctimas de crímenes violentos. Si usted o algún familiar ha sido víctima del crimen, acompáñame el miércoles a conmemorar la vida de mi mamá y a exigir justicia para todas las víctimas de crímenes violentos en Puerto Rico. Vístete con una camisa blanca, la mancharemos de “sangre” y simularemos el 95% de los miles de asesinatos los últimos años en Puerto Rico que han quedado sin esclarecer. Les invito a traer en algún letrero el nombre de la víctima y el tiempo que llevan esperando a que se haga justicia.

Admitir que nada ni nadie nos devolverán a nuestras madres, padres, hijos, hermanos, familiares o amigos, no significa que tenemos que desvelarnos cada noche sabiendo que su asesino está en la libre y que la próxima víctima puede ser uno. Es tiempo de exigir justicia ya.