La vista de necesidad para que la jueza Yazdel Ramos Colón, del Tribunal de Carolina, determine si una menor debe declarar bajo circuito cerrado sobre el alegado patrón de agresión sexual y de prostitución que sufrió por varios años a manos de su padrastro, su madre y de otros siete hombres, quedó pospuesta hoy, miércoles, porque un abogado pidió el relevo del caso.

El Ministerio Público, representado por los fiscales José Marrero y Maritza Valero, de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica, Delitos Sexuales y Maltrato a Menores, también sometió una moción para que la togada ausculte si dos de los abogados, que representan a varios imputados, pudieran incurrir en algún conflicto de interés.

Relacionadas

En la tarde de hoy, Ramos Colón relevó al abogado por designación de oficio, José Padilla, de la representación legal de César Correa Suárez por un posible conflicto de interés con su socio Erick Kolthoff, padre del juez del Tribunal Supremo del mismo nombre.

Por esa razón, la jueza designó a la licenciada Carmen Martínez Ortiz como la nueva abogada de oficio del hombre, de 37 años. 

Correa Suárez, padrastro de la alegada víctima, está imputado de 10 cargos graves, que incluyen proxenetismo, agresión sexual contra una menor, maltrato de menores y actos lascivos.

Debido a que está sumariado, Ramos Colón ordenó que fuera traído el viernes al juzgado para ser entrevistado por la nueva abogada. Ese día también se celebrará una vista sobre el estado de los procedimientos para que la abogada comparezca a sala y pueda confirmar la fecha de la vista de necesidad, que tentativamente quedó pautada para la tarde del 26 de junio.

Los abogados Aracelia Acevedo Cruz y Orlando Ortiz López, de la Sociedad para la Asistencia Legal, representan a Yomaris Ruiz Díaz, mamá de la alegada víctima.

Develado el patrón de abuso

La mujer, de 41 años, encara dos cargos graves por maltrato de menores y agresión sexual contra una menor, la cual es su hija. Al presente, se encuentra detenida en la cárcel de mujeres de Vega Alta.

Además de la madre y el padrastro de la víctima, están imputados por agresión sexual contra la menor de edad: Noel Rodríguez Correa, de 20 años y sobrino de Correa Suárez; Javier Omar Ruiz Ramírez, de 37 y amigo del padrastro; Janny R. Viera Pla, de 28; Edwin M. Boria Ramos, de 32 y vecino de la familia; Agner M. Ruiz Martínez, de 23 años y exnovio de la tía de la niña; Erick Joel Rodríguez Morales, de 22, así como Ramón L. Correa Suárez, de 40 y hermano del padrastro. Este último imputado también es procesado por proxenetismo y está sumariado.

La jueza también concedió tiempo a los licenciados Kolthoff y Jane Hoffman para que repliquen por escrito a la moción de Ministerio Público sobre posible conflicto de interés porque representan a más de un imputado.

Kolthoff representa a Ruiz Ramírez, Rodríguez Correa y Ramón Correa Suárez, hermano del padrastro de la menor.

Hoffman, junto al licenciado Alexis Álvarez, representa a Rodríguez Morales y Boria Ramos.

La licenciada Silvia Juarbe, por su parte, representa a Viera Plá.

Durante la audiencia de hoy, la licenciada Juarbe presentó una moción escrita oponiéndose al circuito cerrado y anticipó que debido a la complejidad en el manejo del caso las causas podrían separarse porque los cargos no se estaban imputando en concierto y común acuerdo.

La jueza Ramos Colón reconoció la situación al recordar que tres imputados -la madre de la víctima, el padrastro y hermano del padrastro- están sumariados y los otros seis imputados están libres bajo fianza. Esta situación provoca que los términos para celebrar la vista adquieran mayor urgencia para los detenidos.

Según la pesquisa de la División de Delitos Sexuales de Carolina, la indagación en este caso comenzó cuando una trabajadora social de la escuela a la que asistía la menor observó que la niña mostraba señales físicas de estar embarazada.

Por tener solo 11 años, la denuncia redundó en que el Departamento de la Familia la removiera de su hogar.

Durante la investigación, trascendió que quienes comenzaron los abusos fueron los hermanos Correa Suárez, cuando la menor tenía 9 años y vivía en el sector El Silencio de Gurabo.

De ahí se mudaron a la Hacienda La Ceiba, en Trujillo Alto, donde se agravó el patrón de abuso sexual, cuando el padrastro comenzó a ofrecer a la menor a trabajadores del lugar, a vecinos y amigos, que también están en la lista de imputados.

Dos adolescentes enfrentan también faltas, que se procesan en el foro de menores.

La Policía ha indicado que, como parte del esquema de agresiones sexuales, el padrastro le daba bebidas alcohólicas a la niña para que los imputados cometerían los abusos sexuales.

El caso demoró en someterse mientras la menor, que ahora tiene 13 años, recibía terapia.