El convicto exsenador, Jorge de Castro Font, quien llega esta noche a la Isla tras purgar una pena de cinco años en una prisión federal en Petersburg, Virginia, podría no cumplir ni un día de cárcel a nivel estatal.

La petición de que se aclare que no tiene que comenzar a extinguir la sentencia de 10 años de prisión por los 95 cargos de apropiación ilegal y violaciones a la Ley de Ética que se le imputaron a nivel estatal la hizo el propio De Castro Font en una carta enviada a una reportera de este medio con fecha del pasado 11 de febrero y que se recibió en la redacción este jueves, justo el día en que llegará a Puerto Rico.

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De inmediato, se le solicitó al Departamento de Corrección una reacción sobre el asunto. El portavoz de la agencia, Cesar Fiallo, aceptó que personal de la agencia fue asignado durante el día para computar las bonificaciones que ha logrado el convicto exsenador para determinar si debe o no cumplir tiempo de prisión en la Isla.

“Esa información se va a saber una vez llegue acá a Puerto Rico. Se está trabajando con ese trámite, a ver si hay bonificaciones y si eso se contaría. Eso lo trabajará el personal asignado”, manifestó.

Dijo que aun cuando De Castro Font haya acumulado las bonificaciones necesarias para quedar en libertad, a su arribo a la Isla tiene que ser trasladado al Centro de Ingreso, ubicado en la Cárcel Regional de Bayamón.

“Una vez llegue, tiene que ir al Centro de Ingreso y una vez allí, se tomarían las determinaciones correspondientes”, detalló Fiallo, luego de que se le informara de los argumentos expuestos por De Castro Font en la misiva enviada a este diario.

Según explicó en su carta, el exlegislador del Partido Nuevo Progresista (PNP) relata que no debe ser ingresado a una prisión estatal, “ya que la sentencia estatal dictada y ordenada por la honorable juez Isabel Llompart es concurrente con la pena federal emitida por el juez Francisco A. Besosa”.

Noticias publicadas por este diario confirman los argumentos de De Castro Font en torno a que la sentencia fue emitida para cumplirse de manera concurrente.

A nivel federal, De Castro Font fue sentenciado el 17 de mayo de 2011 a cumplir cinco años de prisión y tres años de libertad supervisada por cargos de fraude para privar al pueblo de Puerto Rico de servicios honestos y de conspiración por extorsión, al aceptar que de 2005 al 2008 solicitó pagos en efectivo y regalías a cambio de beneficiar a terceros al aprobar proyectos de ley.

Según el exsenador, se debe aclarar que “no es que voy a Bayamón al sistema correccional de Puerto Rico a empezar a cumplir, si no a concluir. La sentencia no es consecutiva, es concurrente. Quiere decir que el tiempo cumplido en la federal se computa para la sentencia estatal que es de 10 años concurrente. Según la ley de Puerto Rico, de ahí se cumplen con buena conducta y trabajando. Yo ya he computado 50 meses estatal y me he ganado 13 meses más por trabajar en la prisión como tutor”.

En su misiva señala que se supone que las autoridades estatales computen que ha trabajado por 63 meses y que está preso desde el 4 de diciembre de 2010, para que se determine que no debe estar ingresado en una prisión estatal.

El caso de De Castro Font no sería un caso novel. El convicto exsecretario de Educación, Víctor Fajardo, fue liberado por el Departamento de Corrección y la Junta de Libertad Bajo Palabra el mismo día en que las autoridades federales entregaron al convicto, el 20 de septiembre de 2013, tras cumplir 12 años de cárcel. Todavía extingue su sentencia en libertad. Le restan 15 años bajo las condiciones expuestas por la Junta.