El designado secretario del Departamento de Justicia, César Miranda, aseguró que la investigación sobre el asesinato del niño Lorenzo González Cacho ha avanzado con los nuevos enfoques que se le han dado a la pesquisa desde que asumió la posición el pasado 13 de enero en sustitución de Luis Sánchez Betances.

Miranda, no obstante, fue parco en sus declaraciones aduciendo que no quiere darles información a los involucrados en el asesinato sobre los hallazgos.

El domingo se cumplen cuatro años de la muerte del niño de ocho años, ocurrida la madrugada del 9 de marzo de 2010 en la residencia que habitaba con su madre Ana Cacho y sus dos hermanas en la urbanización Dorado del Mar en Dorado.

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"La investigación sí ha avanzado", declaró Miranda, quien asumió las riendas de Justicia a mediados del mes de enero.

 "Continúa en curso con los enfoques que le estamos dando en el Departamento tratando de cubrir áreas que no habían sido cubiertas o a medio cubrir en ocasiones anteriores", dijo Miranda, tras celebrar una conferencia de prensa en la Oficina del Contralor para hablar sobre estrategias para combatir la corrupción.

 Luego de casi cuatro años, el pasado 26 de enero agentes de la Policía estatal y del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) regresaron a la residencia donde el niño recibió las heridas mortales que le provocaron la muerte.

 "Yo me siento confiado en que estamos adelantando. Más de eso no quisiera comentar sobre lo que estamos haciendo en ese caso. Si en algún momento tenemos un hallazgo que verdaderamente se pueda divulgar públicamente sin afectar el curso de la investigación, pues con mucho gusto lo haremos", añadió el secretario.

 Miranda negó que haya impuesto una mordaza en el caso. Y adjudicó su parquedad al hablar de la investigación a que no quiere alertar a los involucrados en el crimen sobre los hallazgos que han realizado.

"Cada vez que hablo de este caso he intentado ser lo más restrictivo posible sobre lo que señalo, al extremo de que han dicho que he impuesto una mordaza. Yo no he impuesto una mordaza. He impuesto una disciplina de trabajo. Por eso no paso juicio sobre lo que se hizo porque si paso juicio dejo ver cosas que no quisiera que se vean. Allá afuera hay personas que estuvieron involucradas o están involucradas y yo no quiero transmitirles el más mínimo indicio de por dónde andamos", puntualizó. 

 El funcionario confirmó que están trabajando mano a mano con el FBI en este caso.

 "Estamos no solamente compartiendo información. Estamos trabajando coordinadamente", dijo.

El pasado mes de enero la directora del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), la doctora Eda Rodríguez, confirmó  que están analizando nueva evidencia en el caso.

 Cacho ha sido identificada por las autoridades como sospechosa en el asesinato de su hijo. Al igual que a la mujer, a quien se le retiró la custodia de sus otras dos hijas, Justicia ha identificado como sospechosos al agente federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), William Marrero Rivera, a Jesús Genaro Camacho y a Arnaldo “Naldy” Colón.