La primera herida que recibió Carmen Paredes Cintrón la dejó cuadripléjica, mientras que el último proyectil que golpeó su cuerpo consistió de un tiro de remate realizado por una persona con destrezas en el uso de armas, concluyó hoy la patóloga forense Rosa Rodríguez Castillo.

Rodríguez Castillo también determinó que Paredes Cintrón usó los brazos y las manos para evitar los disparos que cegaron su vida el 14 de julio de 2012, y que su muerte "es compatible con un escenario familiar, sorpresivo y rápido".

Hoy, en el duodécimo día del desfile de prueba del juicio por jurado que se sigue contra Pablo Casellas Toro por la muerte de su esposa, la perito describió esa primera herida como atípica.

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Ante un jurado que escuchaba con atención su testimonio, indicó que el proyectil que provocó dicha herida entró por el seno izquierdo, a cinco pulgadas por debajo del hombro izquierdo y a media pulgada de la línea media del cuerpo.

"Penetra la cavidad torácica, perfora el pericardio, el corazón, la aorta. Rompe la espina y lacera el cordón (espinal)", afirmó a preguntas del fiscal Sergio Rubio Paredes.

 "Es una herida incapacitante, que la dejó cuadrapléjica. No podía moverse. No podía levantarse de la silla, ni abrir las piernas", agregó.

Precisó que debido al daño que provocó esa primera herida, la mujer no pudo moverse y por eso murió en la silla de la terraza de su residencia en la urbanización Tierralta III, en Guaynabo.

"Lo más que pudo hacer fue protegerse, cubrirse el pecho", indicó la patóloga forense, que lleva 18 años laborando en el Instituto de Ciencias Forenses.

Paredes Cintrón, quien murió un mes antes de cumplir los 46 años, recibió un total de 12 heridas concentradas en la cabeza, los brazos y la cabeza.

"La herida de la cabeza, en la frente... rompió hacia adentro. Es regular, fue tiro directo. No hubo nada en el camino", apuntó Rodríguez Castillo, quien no estableció la hora en que murió la víctima.

"El proyectil entró directo. Fue un tiro que recibió a más de dos pies de la boca del cañón sin que hubiera un objeto intermedio", añadió ante el juez José Ramírez Lluch, del Tribunal de Bayamón.

Este disparo penetró el cráneo y perforó el lóbulo frontal, y según la patóloga forense, esta herida por sí sola era mortal.

"Esta herida de bala, es precisa, de remate, de ejecución, de una persona que tiene habilidades y destrezas con las armas compatible con ser la última que recibió", subrayó sobre el impacto que no produjo una herida de salida.

En el lado derecho de la clavícula, la ejecutiva de ventas y mercadeo de una compañía de seguros, recibió otra herida que penetró su pecho y perforó los pulmones, fracturó varias costillas y salió por el área de la escápula.

 El proyectil que provocó la herida encima del lado izquierdo del ombligo perforó el hígado, el estómago, el riñón izquierdo, el bazo y fracturó una costilla. Salió por la espalda.

En el área de los senos, la patóloga identificó otras tres heridas además de la herida que dejó a Paredes Cintrón cuadripléjica.

Heridas de defensa 

Como parte de la autopsia, la patóloga forense identificó cuatro heridas de defensa, una en la parte posterior del antebrazo izquierdo, otra en el área de parte posterior de la muñeca izquierda, donde la víctima llevaba una pulsera roja con una figura de un dragón. Las otras dos estaban en la muñeca derecha.

"Lo único que pudo hacer fue poner sus manos cruzadas sobre el pecho", precisó la patóloga mientras se colocaba las manos en el pecho explicando el asunto.

"Éstas son las 12 heridas que recibió la señora Carmen Paredes", agregó al concluir la descripción de las heridas.

En el informe de autopsia, la patóloga forense también realizó una anotación sobre las livideces o acumulaciones de sangre que encontró en el cuerpo de Paredes Cintrón y que, según indicó, los patólogos no suelen documentar en sus informes.

Explicó que en este caso realizó el ejercicio porque dichas marcas llamaron su atención.

"Era un patrón en la parte inferior del glúteo que se extendía a la parte superior posterior del muslo y que luego se extendía a la parte inferior de la espalda", indicó.

Apuntó que este patrón reticular era similar a la silla donde la víctima estaba sentada. Concluyó que Paredes Cintrón recibió los balazos y murió en la misa silla.

En el contrainterrogatario, dirigido por el licenciado Harry Padilla Martínez, la patóloga afirmó que no podía establecer la cantidad exacta de los disparos que recibió la víctima.

"¿En un escenario familiar, es esa la única forma en que pudo ocurrir?", preguntó el abogado.

"En este caso sí, si hubo otros escenarios, son especulativos", respondió.

También afirmó que no tenía duda de que Paredes Cintrón murió en la silla donde recibió los disparos.

"¿La herida que es incapacitante dejó a la dama cuadrapléjica?", indagó el abogado defensor.

"Sí, no se pudo mover, por eso murió ahí", ripostó la patóloga.

En el día de hoy, el Ministerio Público también renunció a tres testigos que puso a la disposición de la defensa. No obstante, todavía quedan cinco testigos de cargo, entre ellos el juez federal Salvador Casellas, padre del acusado.

El juicio continúa el próximo martes.