Guayanilla. Devastados.

Así se encuentran los familiares del soldado Iván López López, quien el miércoles asesinó tres personas e hirió a otras 16 antes de suicidarse en el Fuerte Hood de Texas, donde había sido trasladado en febrero.

Ayer, en el pueblo donde creció, reinaba una mezcla de tristeza y asombro ante lo acontecido, y donde las personas que lo conocieron solo tuvieron palabras de elogio para él y su familia.

“Bien lamentable para toda una nación porque es una situación muy trágica”, comentó Glidden López, portavoz de la familia.

Este destacó que el padre del infortunado y sus hermanos pidieron espacio para poder internalizar el duro golpe que les ha tocado vivir, luego de la reciente muerte de la madre del militar hace cinco meses.

Relacionadas

Indicó que la comunicación con la base donde estaba destacado López López ha sido muy poca, pero que sí presentaron sus condolencias a la familia.

“Les dijeron que será tratado como un soldado y que se encargarán de todo, aunque no precisaron si será trasladado a la Isla”, mencionó el portavoz.

Al mismo tiempo, describió a Iván como un hombre tranquilo, de valores y de una familia bien católica.

Al preguntársele si sabían sobre algún problema o condición psicológica que pudiera atravesar, este respondió que desconocía. “El tiempo que le dieron para viajar al sepelio de su madre fue bien poco y eso le afectó”, añadió.

Expresó que desconoce sobre dónde y cuándo se realizarán los servicios fúnebres y que le sobreviven cuatro hijos, dos de su primer matrimonio y dos que tenía con su actual esposa, con quien residía en Texas.

Por otro lado, el alcalde Edgardo Arlequín Vélez, quien fuera su maestro en la Banda Escolar, lamentó mucho lo sucedido y lo recordó como un joven callado y disciplinado.

“Guayanilla está consternado con el deceso de un excelente ser humano”, dijo el primer ejecutivo municipal.

Este rememoró los momentos de gloria en la Banda Escolar, en la que Iván tocaba percusión, talento que lo llevó a participar en importantes paradas en Nueva York, Walt Disney World y Filadelfia.

Ayer, en la urbanización Santa Elena, vecinos lamentaban el triste desenlace de López López.

Para Wilfredo Ramírez, quien perdió una hija durante un atentado en Irak en 2005, la noticia de la muerte de Iván le tomó por sorpresa, como un balde de agua fría.

“Es una gran desgracia y lo lamento mucho por su familia”, comentó el vecino, quien añadió que las secuelas de la carrera militar pueden llegar a ser trágicas.

Igualmente, Haydée Merlo, quien fuera compañera de trabajo de la madre del occiso, llegó hasta la casa ofrecer sus condolencias a la familia y al no hallarla hizo una oración.

“No sabíamos que estuviese atravesando una crisis emocional, tal vez le afectó la muerte de su mamá”, comentó la mujer.

Esta pidió al pueblo que eleven una oración por esta familia, por las otras víctimas y para que no vuelvan a ocurrir tragedias como esta.