Cabo Rojo. Guardando botes.

Así están los pescadores del Corozo en Cabo Rojo ante la espera de las lluvias que traerá el paso de la tormenta Chantal por el suroeste de la isla.

El pescador Alexander Hernández, quien suele trabajar en la playa Sucia en el sector El Combate, dijo que “hoy el día se sacó para ayudar a los pescadores que no tienen carretones, a sacar sus botes y resguardarlos porque viene agua”.

Esta mañana se hacían preparativos en la villa pesquera para saber dónde guardarán la pesca del día para que no se pierda “porque si se va la luz se nos daña”. El obrero del mar agregó que existe la preocupación entre el gremio de pescadores en torno a que “esta tormenta para nosotros, que somos buzos, significa que estaremos dos semanas sin trabajar”.

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El sector Corozo en Cabo Rojo viene a ser uno de los sectores donde más afectan las lluvias debido al nivel en que se encuentra. En octubre de 2008 la comunidad Parcelas del Corozo se vio bajo agua porque la bomba del aljibe se tapó y dejó de succionar agua, exponiendo a las residencias a inundaciones.

Casas enteras se vieron bajo agua tras la caída de 25 pulgadas de lluvias caídas en cuatro horas seguidas, explicó José Montalvo, otro pescador que guardaba su bote, cuya residencia -para esa fecha- quedó cubierta con agua hasta el techo.

“Este año el aljibe está vacío y no creo que suceda lo mismo”, manifestó Hernández temiendo que  a pesar de ello, si llueve mucho, la bomba (de seis pulgadas) que actualmente está trabajando no dé abasto.

El aljibe tiene actualmente entre 30 a 40 pies de profundidad. “Este año el municipio se ve más preparado y hemos visto desde temprano e personal dando rondas”, dijo su esposa, Jazmín Seda, presidenta de la villa pesquera.

Entretanto, se veía el movimiento de varios residentes en preparativos para la tormenta. Don Ángel Luis Otero se veía guayando yuca en el patio de su casa, para preparar empanadas “y dejarlas horneadas por si acaso”. Dijo que había ya limpiado el patio de escombros y planchas de zinc para evitar accidentes. Asimismo, José Nazario se veía desde la calle, limpiando un BBQ portátil “para dejarlo listo en caso de necesitarlo”.

De otra parte, en el Balneario de Boquerón, los turistas desalojaban las cabañas de vacacionar, luego de que la administración de Parques Nacionales (CPNPR) obedeciera las órdenes del ejecutivo solicitando tomar medidas en la zona oeste de la isla.

Valentín de Jesús Rivera, de Caguas, lamentaba tener que adelantar la entrega de su llave de la cabaña que alquiló para pasarse unos días libres con siete familiares en el balneario. Asimismo, una familia de Naranjito devolvía a su vehículo las maletas que desmontaron ayer en la tarde. Carlos Ignacio Nieves estaba acompañado de nueve familiares, quienes suponían quedarse hasta el viernes.

“Tanto trabajo que nos dio conseguir estos días de vacaciones en el trabajo. Ahora tendremos que pasarlos en casa porque este mes de julio esta todo lleno”, expresó Maritza Rivera de Naranjito, quien dijo que la administración le había ofrecido un “rain check” valido por un año para reponer su estadía en ese centro vacacional.