El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) explora la posibilidad de transformar la problemática que ha representado la acumulación excesiva de sargazo en algunas de las playas del país en un beneficio comercial para industrias y artesanos.

Con la presentación hoy, miércoles, del Protocolo para el Manejo de Acumulaciones Extremas de Sargazo, la titular de la agencia, Carmen Guerrero, mencionó que se han registrado usos exitosos del material marino para compostas orgánicas y alimentos para ganado y aves de corral por su alto contenido de elementos minerales y nutrientes.

Como parte del esfuerzo, en las próximas dos semanas, el DRNA encaminará un proyecto demostrativo con el Centro de Microempresas y Tecnologías Agrícolas Sustentables de Yauco, Inc., con el sargazo que se está acumulando en playita Rosada en Lajas, unas de las que mayor acumulación ha registrado en los últimos días y que al presente está cerrada al público.

Relacionadas

“Estamos ante un evento extraordinario, pero le podemos sacar la ventaja para un beneficio social y económico”, destacó Guerrero sobre el fenómeno que los científicos atribuyen al cambio climático. 

Los estudiosos apuntan a que las alfombras de sargazo en aguas al oeste de África han ido creciendo como consecuencia del aumento en las temperaturas del océano. Entonces, las corrientes las empujan hacia el noreste de Brasil y luego a la región del Caribe, donde ha afectado a Puerto Rico y a las demás islas y costas de la región.

Mientras se concretan las iniciativas de reuso y transformación del material, el protocolo de la agencia establece cómo se debe remover, principalmente en áreas de alta densidad residencial, frecuentadas por turistas, recreativas, balnearios y frente a hoteles.

Y es que el alga marina que en alta mar sirve como ecosistema para más de 120 especies de peces y otras 120 de invertebrados, cuando se acumula en grandes cantidades en la orilla, su descomposición provoca peste y afea áreas de disfrute público y de gran atractivo turístico.

Además, se ha documentado su impacto al enredarse en los motores de las embarcaciones, afectando, sobre todo, la pesca comercial. Algunas personas también han reportado alergias en la piel por el contacto con el material. El impacto económico que ocurrido como consecuencia, aún no se ha cuantificado, dijo Guerrero.

Ante este escenario, la funcionaria mencionó que el DRNA cuenta con estrategias ya diseñadas que se pondrán en vigor de acuerdo con el lugar donde se ubiquen las acumulaciones y según las solicitudes que realicen a las oficinas regionales de la agencia o a través del centro de mando del Cuerpo de Vigilantes al 787 724-5700. 

“Nuestros técnicos van a visitar el área, harán una evaluación técnica y científica del área, completarán en dos días un informe con la evaluación y un muestro biológico y las acciones específicas a tomar”, indicó la secretaria.

En avanzada descomposición, el material deberá ser llevado a un vertedero o a enterrarse.

La remoción en cantidades moderadas podrá ser con rastrillos o con equipo manual, mientras que en magnitud extraordinaria podría usarse equipo especial, pero con atención a no extraer arena de playa en el proceso.

En las playas con problemas de erosión, el material se removerá en las áreas más expuestas al pública y buscará concentrarse en donde pueda contribuir a retener los sedimentos.

Las acumulaciones también pueden ser colocadas en las bases de dunas, donde la descomposición aportara a nutrientes que contribuyan a la colonización por vegetación costera y a estabilizar las formaciones.

Como parte de un esfuerzo educativo, la agencia ubicará letreros en las playas donde haya gran concentración y repartirá literatura. 

“Queremos educar a las personas de que esto es algo natural que ocurre, pero estamos ante un evento extremo, que conozcan su valor y las distintas alternativas sobre cómo lo podemos manejar adecuadamente”, señaló Guerrero.

Mira la portada de primerahora.com