Ante la proximidad de la boda masiva de parejas del mismo sexo a efectuarse el domingo en el Paseo La Princesa, en el Viejo San Juan, activistas de los derechos humanos describen la celebración como la visibilización del derecho a la equidad recién reconocido  por el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

“Vamos a celebrar la unión de  muchas parejas que decidieron compartir el acto con un grupo amplio de la sociedad. De las que yo conozco,  hay una pareja que llevan 33 años unidas. Lo que significa es que nuestra sociedad tiene la oportunidad de darle la bienvenida al disfrute de los derechos que les corresponden”, expuso la activista Olga Orraca.

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“Este es un momento importante para reafirmar el compromiso de trabajar por la equidad para las comunidades LGBTT. Una equidad que incluye el acceso a la justicia y  el que no haya más violencia contra nuestras comunidades”, dijo la activista gay.

“No solo es un reconocimiento, en letra (del Supremo) del discrimen en el área laboral y de vivienda, sino que  también en la práctica, representa una transformación de actitudes en nuestra sociedad”, agregó.

Orraca destacó que son decenas los temas que hay que trabajar para lograr la equidad,  pero que definitivamente un momento como este hay que celebrarlo.

“Y a todas esas parejas, lo que hay es que decirle felicidades…. Pero no termina aquí”, acotó.

Vivian y Tania se unen en matrimonio

En tanto, la abogada y activista feminista  Verónica Rivera Torres, coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos Humanos de las Mujer (Cladem) en Puerto Rico, expuso que el matrimonio es una institución  que excluye tantas personas y que  ahora esas parejas van a tener la oportunidad de vivir la experiencia y también de rechazarla, si es que les conviene.

“No es idealizar el matrimonio. Es darle los derechos que tiene esa persona”, recalcó.

"Siempre celebro que las personas se visibilicen y que nuestra identidad, nuestros amores y cómo nos desempeñamos en nuestra sociedad sea visibilizado, libre de discrimen. Para mí, cualquier acto que lleve a darle visibilidad a sectores que tradicionalmente han sido marginados es una buena noticia. En cuanto a qué pasa después, hay veces que uno se sienta a decirle a los amigos: Mira, piénsalo bien, que el matrimonio esto y esto otro. En realidad, no son advertencias que no le hagamos a los heterosexuales”, aclaró.

La feminista advirtió que aunque estas parejas consienten en unirse en matrimonio libremente en el ejercicio de su derecho, deben ser concientes que el carácter de este acto es legal.

“No sé si es una persona que los va a casar al mismo tiempo, pero si es un matrimonio civil va a tener repercusiones legales, si no es un performance. Por lo demás, creo que en el camino, nosotros, toda la sociedad, vamos a aceptar  a todas y todos los homosexuales  y lo que  conlleva. Se trata de equidad”, dijo.

¿En realidad existe la equidad?

"No. El camino es largo. Nos falta mucho por recorrer pero no  se puede  subestimar lo que significa tener acceso a la institución que tradicionalmente el estado ha privilegiado como una manera de conducirse las parejas".