Todos coinciden en que la fumigación sería mortal, no solo para los agentes polinizadores sino que afectaría las cosechas, incluyendo los cultivos ecológicos, el sector de la ganadería y al ser humano.

Bienvenido Marrero Ortiz, presidente del sector Apícola de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, dijo que una estrategia “efectiva” es la de colocar una caja vacía sobre cada colmena y, durante dos o tres días, proveerle alimento a las abejas.

“Una alternativa es ponerle un alza, una caja vacía sin cuadros sobre la colmena,  entonces dentro de esa caja  le ponen un alimentador o una bandeja con miel o agua con azúcar, que eso es un  syrup”, explicó el apicultor.

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El propósito es que la abeja, “no  tenga que salir y por lo menos sobreviva dos o tres días, en lo que se hace ese trabajo de asperjación”, indicó.

La abeja permanecerá en la colmena el tiempo que tarde en utilizar el alimento que se le suministre.

“Vienen unos alimentadores directamente para eso, pero también se puede poner una bandeja de asar pavos, con un pedazo de esponja que se empapará de miel. Eso evitará que las abejas  se ahogen en la miel”, alertó.

“Ellas tienen el alimento arriba. Es como si las flores estuvieran ahí dentro”, mencionó.

Marrero Ortiz aceptó que en los días subsiguientes las abejas consumirán lo asperjado.

“Siempre se van a afectar pero, por lo menos, poniéndole el alimento no le cae directo el químico a las abejas”, agregó.

Con esta estrategia, también el apicultor tiene que identificar recursos económicos para comprar las cajas vacías que, según algunos, rondan los $35.

El apicultor Pablo Juarbe Carrión también identificó una alternativa para evitar que las abejas se afecten un poco menos.

“La que conozco y he  utilizado es con sacos. Meter sacos en un balde de agua, de un día para otro, y entonces ese saco ponérselo en la colmena.  Pero hay que ponerlo el día antes de la fumigación”, sostuvo.

El también secretario de la Junta de Directores del Núcleo de Apicultores de Puerto Rico  dijo que las abejas, para esta época, estarían entrando a las colmenas alrededor de las 6:30 de la tarde.

Luego que estén en la colmena, alrededor de las 7:00 p.m., se les pone el saco húmedo en la entrada “lo que  le permite a la abeja tener un poco de aire pero a la misma vez, cuando viene el rocío de la asperjación,  se queda lo más que se  puede (del Naled ) en la parte húmeda”.

Al día siguiente de la fumigación se destapa la entrada de la colmena.

Pero igual, luego se afectan cuando salgan. Usted dice que cuando el Naled se descompone  se activan otros componentes días después.

 “Ese es el problema, que como quiera vamos a tener pérdidas. Lo único que se puede es aminorar un poco el impacto”, sostuvo.

Sobre al asperjación, opinó que no entiende al Gobierno, porque “por un lado dice que hay que salvar las abejas, pero por otro lado, con esto las eliminan”.

“Con esto, las poquitas colmenas que hay las van a eliminar y entonces, ¿quién va a ayudar al apicultor a levantarse?”, cuestionó.

“El mejor agente polinizador es el de la abeja, pero después hay otros insectos, y todo ese ecosistema se eliminaría”, alertó.

Juarbe Carrión explicó que la efectividad del Naled es de un 5 por ciento, por lo que habría que estar repitiendo las fumigaciones, y mientras, “se sigue matando todo insecto”. 

“Sin contar que eso contamina las siembras, esto es mortal. Eso sin olvidar lo que dijo Albert Einstein, que si mataban las abejas el ser humano desaparecería en cuatro años. Eso es bien cierto”, indicó al apicultor.

Lo haya dicho Einstein o no, la realidad es que la abeja es uno de los mejores agentes de polinización.

El llamado de los apicultores al Gobierno es a que no asperjen en ningún lugar de la Isla y que se incrementen las campañas de educación.