Juana Díaz.  Entre emoción e ilusión y la solemnidad religiosa del evento, cientos de personas llegaron al Belén de Puerto Rico para celebrar  la tradicional Fiesta de los Tres Reyes Magos.

“Acaso la fe cristiana no necesita personas que iluminen y nos guíen hacia el camino de Jesús”, expresó en su mensaje el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves.

Este presidió la misa junto al obispo de la Diócesis de Ponce, Félix Lázaro y el párroco José Lozano.

El arzobispo elogió a los juanadinos por mantener viva esta fiesta por 130 años y realizarla siempre de una manera solemne, exquisita y hermosa.

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Igualmente destacó el gesto de los Tres Reyes Magos, que sin conocer al niño Jesús y sin verlo creyeron en su existencia y salieron a buscarlo siguiendo aquella brillante estrella.

“Juana Díaz es la capital de la religiosidad puertorriqueña”, añadió González Nieves.

Del mismo modo, reiteró que los encantos de Puerto Rico no  solo están en sus playas y bosques, sino en sus hijos, que añoran un país mejor.

“A Puerto Rico le urge abrazar y seguir el camino y la estrella que los reyes siguieron”, indicó el arzobispo.

Este afirmó que los puertorriqueños rechazan la violencia, la que los deshumaniza y es una traición al legado de los Reyes Magos.

Más temprano, grandes y chicos, ataviados con vestimenta de pastores, desfilaron por la calle principal del pueblo mientras otros se ubicaron en las aceras para no perderse un instante de las estampas alusivas a los Reyes Magos. 

Desde la Casa Museo partió el desfile en el que participaron grupos religiosos, cívicos y comunitarios, así como bandas musicales y algunas carrozas. Allí los más chiquitines esperaron con ansias el paso de Melchor, Gaspar y Baltasar, para saludarlos y darles las gracias por sus regalitos.

“Es la primera vez que asisto y estoy bien emocionado”, comentó el juanadino Cristino Cintrón. 

Este participó del desfile con su triciclo antiguo en el que preparó una base con los Tres Reyes Magos y el niñito Jesús. 

Para el escultor Naldo de La Loma, creador del enorme monumento a los tres magos en la plaza pública, la celebración es bien emotiva porque le recuerda sus años de infancia. Al mismo tiempo le da alegría ver que su obra cumple 30 años.

“Esta fiesta es para compartir amor y unirnos como una sola familia”, comentó el artista.

Tras la emotiva proclamación de las profecías, los Tres Reyes Magos entregaron sus ofrendas de incienso,  oro y  mirra y se postraron a adorar al niño Dios.

El rey Melchor presentó al infante Ian Marco Playa Miranda, de 29 días de nacido, a los cuatro puntos cardinales como símbolo de que Jesús es el salvador del mundo.

“Si en sus vidas buscan de Dios serán felices”, expresó, por su parte,  el rey Baltasar.

Durante la actividad, el alcalde Ramón Hernández Torres entregó al arzobispo de San Juan una proclama de Visitante distinguido y le obsequio una pintura del artista Felipe Rivera.