Rincón. Quienes conocen al pequeño que lucha hoy por su vida, solo pueden decir que es un niño callado, cabizbajo y tímido.

Su vida no ha sido fácil. A su tierna edad de seis años es el centro de uno de los casos más espantosos de abuso: fue hallado en un zafacón, malherido, desnudo y al borde de la muerte. Por los hechos, se acusó a su padrastro y a su madre.

Su historia ha viajado por todas partes tras conocerse que fue víctima de un vil intento de asesinato por parte de su padrastro, Javier Álvarez Luciano, de 37 años. No se descarta que haya sido abusado sexualmente.

Relacionadas

La triste historia de este niño, que tiene a un país entero indignado y esperanzado en que logre sobrevivir al salvaje ataque que sufrió, comienza cuando aparentemente fue abandonado por su padre biológico, a la corta edad de 6 meses de nacido, según declaró su madre Janeli Lecona López a la Policía, supo Primera Hora.

De nacionalidad mexicana, la mujer dio sus apellidos al pequeño y se las ingenió para salir adelante. Aunque no hay muchos datos de la mujer, se supo que se mudó a los Estados Unidos y vivió en Atlanta, Georgia. De ahí viajó a Kissimmee, en Florida, y no se sabe cuándo fue que conoció a Javier, quien se ganaba la vida como camionero, reveló una fuente a este diario.

Hace 4 meses la pareja viajó a Puerto Rico con el niño, a vivir en casa de la mamá del hombre, en el residencial Santa Rosa, en Rincón.

“Al niño yo casi nunca lo veía. No lo dejaban que socializara con la gente y siempre yo lo veía donde viven, del tubo hacia adentro. Nunca lo dejaban que jugara y siempre estaba agarrado de la mano de él (de Javier)”, aseguró Mariela Rivera Valentín, una vecina del residencial.

Rivera Valentín sostuvo que el menor siempre aparentaba estar medicado, por la manera en que caminaba y reaccionaba cuando la gente le hablaba.

“Siempre estaba como embobao”, sostuvo. “En estos cuatro meses que llevaban aquí, nunca lo han dejado socializar con los otros niños”, insistió.

Un allegado que guarda cercana relación con el menor, dijo en condición de anonimato que la “abuela” (madre de Javier) quería al niño como si fuera de la familia. “Ella fue la que le compró la ropita de la escuela, el bulto y las libretas... el nene le decía abuelita”, señaló la fuente.

El niño supuestamente fue matriculado en kínder en la escuela Conrada Rodríguez, en Rincón.

“Donde estaban ellos, siempre estaba el nene. Si iban pa’l cuarto, pues vamos pa’l cuarto. Si iban pa’ la sala, pues con él pa’ la sala. Siempre estaban juntos como con un secretillo”, dijo, destacando que la pareja vino a vivir por solo unas semanas a casa de la señora, pero se convirtió en meses.

Primera Hora supo que Yanelis no era muy bienvenida en la casa, pero el nene sí. La mujer se encontraba ilegal en el país.

Se aseguró que anteriormente se habían enterado de golpes en el cuerpecito del nene, pues los moretones salían a relucir. Vecinos confirmaron que el domingo el menor ya tenía el brazo fracturado y amarrado con un pañito.