Sin embargo, horas después de la decisión las redes se incendiaron y los focos giraron hacia el abogado de la Sociedad de Asistencia Legal (SAL), Mario Moczó González, quien encabezó el grupo de defensa de Rivera Seijo, conocido como El Manco,  y a quien le llovieron elogios.

De inmediato, todos querían saber más de él: quién es, de dónde viene, qué sabe, es casado…

En entrevista con Primera Hora el abogado habló de todo eso y más.

Moczó González es nacido y criado en el caserío Catañito Gardens en el centro urbano de Carolina. 

Durante los pasados11 años y hasta hace apenas unas semanas residió en el caserío Vista Hermosa en Río Piedras, con su pareja y su niño de 3 años.

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Allí lo acompañamos y el orgullo que se ha ganado entre sus vecinos es evidente.

De todas partes salían a saludarlo. Sin pedir permiso lo abrazaban como quien les pertenece.

En su tiempo libre se la pasa jugando playstation con su niño y ya no juega baloncesto como cuando era más joven.

Tampoco extraña los días en los que se las buscaba como taxista, incluso cuando combinaba esas funciones con los estudios en Derecho.

Desde que lo asignaron a representar al imputado, sus viajes al supermercado ya no son iguales. 

Las señoras lo saludan y muchos le piden selfies.

 Todo esto se lo vacila y afirma a carcajadas que ojalá ninguna de esas fotos con desconocidos para él lo implique en algo malo.

Luego un poco más serio relata que si su vida ha cambiado, espera que sirva para que más personas se interesen por saber acerca del funcionamiento del sistema judicial.

Durante el cacareado proceso su mayor problema fue no contar con el imputado para que los ayudara a preparar su defensa.

Recordó que hace seis años Rivera Seijo está encerrado en un hospital siquiátrico y durante ese periodo su único contacto con personas de afuera ha sido para que declarara sobre los fatídicos hechos en los que murió Lorenzo en el 2010. 

Por lo tanto, cuando les tocaba conversar -aseguró- no había mucha coherencia. Les afectó también que no les dieran mayor tiempo para prepararse. 

Sobre la inmensa publicidad del caso dijo que fue un factor que lo ayudó a enfocarse mejor, a tener mayor cuidado, y a luchar con mayor ahínco en que no se atropellaran los derechos del imputado.

“Ojalá la gente se involucrara más, tuviera mas interés en lo que sucede en las cortes porque ocurren muchas injusticias y la falta de atención en los casos hace que sigan ocurriendo”, lamentó.

Otros aspecto que destacó del proceso es que le dio la oportunidad de demostrar que no se debe tener prejuicios contra los abogados que trabajan sin costo para los imputados. 

“A veces tú te compras una cartera bien fea, pero si la gente sabe que te costó $5,000, pues la ven bonita y quizás una cartera bonita de $20 le puede parecer cafre a alguien por lo que costó. De la misma manera, mucha gente piensa erróneamente que los abogados de Asistencia Legal, que el cliente no les paga, no son buenos, pero nosotros siempre damos la milla extra y yo espero que la gente lo vea”, indicó.

Sobre su contrainterrogatorio acerca de la vida íntima de Cacho, alegó que hubiera hecho las mismas preguntas si se hubiese tratado de un hombre o una persona homosexual y explicó por qué no se arrepiente.

“A mí me sorprendió la reacción de la gente que dijo que fui machista al preguntarle a ella con quién estuvo ese día. Yo quería demostrar que de su parte hubo mendacidad y que sí mintió al respeto a las personas que ella estimaba... Además el Tribunal aceptó la línea de preguntas. Yo entiendo que era pertinente y relevante. A veces la verdad ofende”, afirmó.

De cara a la vista preliminar en alzada espera que la fiscalía traiga las otras confesiones que hizo el imputado y está seguro de que la hermana menor de Lorenzo, quien “abrió los ojos” cuando supuestamente El Manco lo atacó, según una de las confesiones que le tomaron, nunca se sentará en la silla de testigos porque, de ser cierto, era lo único que necesitaban.

Dijo estar consciente de que hay cierta campaña, aunque no dijo de qué tipo ni de parte de quién, para que al asignar otro juez que vea la vista preliminar en alzada declare causa para juicio, pero eso no le preocupa.

“La gente no es boba, la gente sabe que a esta persona la estaban usando como chivo expiatorio, pero cómo lo pruebas, cómo tú transmites eso al juez. Y sabes que si pierdes es por tu culpa, así que todo el tiempo pensaba: 'déjame no cagarla'. Ahora yo sé que mi cliente es inocente… y espero que algún día sepamos quién realmente mató a Lorenzo”, indicó.

Busca mañana la entrevista al abogado Jesús Hernández Rivera del equipo de defensa de El Manco, y todos los detalles que compartió sobre el procedimiento judicial.