A José Marchany Sánchez le llaman el “snake hunter” de Sabana Grande, por su rápida respuesta para atrapar los temibles reptiles de hasta 11 pies de largo que aparecen en muchos hogares del llamado “Pueblo de los petateros”.

Al llegar al lugar de acción, el hombre de 48 años -quien funge como comisionado de la Policía Municipal en ese pueblo-, saca una vara especial que utiliza en estos casos y procede a coger la víbora que culmina en sus manos y, en ocasiones juguetea con ella ante el asombro de todos.

Sin embargo, para Marchany Sánchez, el agarrar las serpientes se convierte en un acto “natural”, ya que, en su adolescencia, consideraba las culebras como sus mascotas y por eso se acostumbró a manejarlas con evidente facilidad.

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“No me dan miedo (las serpientes). Me gusta”, confesó el funcionario que trabaja para la Policía Municipal hace 19 años.

Como es usual en estos casos, el agente utiliza una vara especial para la captura.
Como es usual en estos casos, el agente utiliza una vara especial para la captura. (Suministrada)

“Cuando yo era un muchachito, tenía estos animales de mascota y aprendí a manejarlos y, como siempre he sido fanático de la fauna salvaje, he aprendido a bregar con esos animales y siempre sé cómo manejarlos”, recalcó el sabaneño.

Asimismo, resaltó que la proliferación de estos reptiles en la zona suroeste, especialmente la boa constrictor, data del paso del huracán Georges en septiembre de 1998.

“Se dice que esto fue para el tiempo del huracán Georges que, en el Zoológico de Mayagüez se soltaron estos reptiles, la boa constrictor, y ella se radicó en (el barrio) Miradero (de Mayagüez) y en el área de Añasco”, relató.

“Entonces, la gente empezó a cogerlas de mascotas cuando empezaron a ver qué lindas eran, por su color, cuando eran pequeñas. Pero cuando empezaron a crecer, las empezaron a soltar en estas áreas, ocasionando que se reprodujeran y ya se convirtieron en una plaga”, lamentó.

El “snake hunter” sabaneño explicó que, una de las razones para que estas culebras continúen reproduciéndose en esta zona, es por la gran cantidad de cuerpos de agua que existen.

Destacó que, entre los barrios donde aparecen con mayor frecuencia, se encuentran: Santana, Torre, Rincón y Cerro Gordo. Pero “la más grande que he cogido, hasta ahora, es de aproximadamente 11 pies”.

“Ellas están siempre cerca de los cuerpos de agua, como aquí en Sabana Grande tenemos muchas quebradas y varios ríos, en todos los barrios hemos encontrado la boa constrictor. Para esta fecha son una plaga; ya tenemos una comunidad de ellas en Sabana Grande”, reveló.

“Aquí estamos cogiendo la boa constrictor que, esa fue la que se está reproduciendo en esta área, y adicional a eso, he encontrado ‘ball python’ (Pitón real) que son de las domésticas que venden los ‘pet shops’. Pero la gente las tiene de mascotas y se les han escapado”, denunció.

Destacó que “la más grande que he cogido, hasta ahora, es de aproximadamente 11 pies”.
Destacó que “la más grande que he cogido, hasta ahora, es de aproximadamente 11 pies”. (Suministrada)

Entretanto, cada vez que un reptil irrumpe en algún hogar de la zona, la gente llama a Marchany, quien tiene acuerdos con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), a donde entrega los animales que atrapa.

“Dentro de mi trabajo en la Policía Municipal, la gente, cada vez que le aparece un reptil, una culebra en sus residencias, pues, me llaman y yo voy y las remuevo de su casa y las entrego a Recursos Naturales”, aclaró.

“Yo uso una vara, que en la punta tiene una especie de garfio, pero no es para pincharla, sino manejarla hacia donde mí, para cogerla con las manos y así la manejo.

Cuando las cojo, la gente quiere retratarse con ella”, expuso al destacar que, estos reptiles no solo se encuentran en el campo sino también en la ciudad.

Mientras tanto, aunque para muchos el encontrar una culebra en las inmediaciones de su hogar podría convertirse en una experiencia aterradora, para Marchany es algo “natural” y, hasta juega con estas. Sin embargo, el “snake hunter” también ha experimentado varios sustos.

“Una de las anécdotas más dramáticas fue en el barrio Minillas (San Germán). Fui a quitarle una culebra de estas que estaba enroscada en un (perro) labrador y forcejeando con ella, me mordió, me agarró la mano completa. Pero la manejé, me la quité de la mano y dispuse de ella”, contó.

No obstante, el funcionario está preparado para estos casos, ya que “me pongo una vacuna antitetánica cada 10 años, como brego con animales…”, en pueblos como Sabana Grande, Yauco, Lajas, Cabo Rojo, Guánica, San Germán y Mayagüez.

Finalmente, advirtió que, de encontrarse con alguna serpiente, ya sea en su vivienda, escuela o lugar de trabajo, no intente manejarla si no sabe cómo hacerlo.

“Siempre le digo a las personas que, no se pongan a tratar de bregar con ellas si no conocen cómo hacerlo. Estos animales matan por asfixia y si un animal de estos se le puede enredar en el cuerpo de una persona, puede causarle daño, fracturarle una extremidad e inclusive, si lo agarra en el cuello puede asfixiarlo y causarle la muerte”, concluyó.

De tener algún avistamiento con una culebra, no intente capturarla; llame al Sistema de Emergencias 9-1-1, o a la Oficina de Municipal de Manejo de Emergencias.

Más de la boa constrictor

  • La culebra de cola roja, cuyo nombre científico es Boa constrictor, se sumó a las especies convertidas en plagas -como la iguana o gallina de palo- que amenazan nuestras aves nativas, entre otras especies.
  • Una hembra de la boa constrictor, que crece más que la culebra nativa, puede llegar hasta los 14 pies de largo.
  • Se puede reproducir anualmente y puede tener hasta 60 culebritas.