Había dolor pero también alegría. Y solo el brillo en sus ojos reflejaba su emoción  mientras veía a cada uno de sus compañeros de la Unidad Motorizada de San Juan.

Pedro A. Torres lucía tan cansado, pero no era para menos. Tres horas de viaje desde Tampa , Florida, y unos meses intensos, tanto físicamente como emocionalmente,  luego que fallara el trasplante de médula ósea al que fue sometido por su condición de leucemia.

Sin embargo, no solo él, sino toda su familia y sus compañeros agentes confían en que pronto estará mucho mejor.

“Esto es un regalo de vida. Ese muchacho, cuando se percató de que estabamos allí; ese brillo en los ojos cuando vio a todos sus compañeros. Él no contaba con eso. Él jamás y nunca lo esperaba”, dijo el teniente coronel José Luis Díaz Portalatín,  jefe de Operaciones del área de San Juan.

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El sargento Ramón L. Santiago, quien fue jefe de Pedro  en la Unidad Motorizada de San Juan, expresó que “lo que ha sufrido su familia lo hemos sufrido nosotros, cada compañero que compone la Unidad. Uno lo sufre en carne propia, pero nos ha unido más como grupo. Somos amigos, somos hermanos. A Pedro no se le ha hecho fácil, por lo que tuvo que trasladarse a Estados Unidos, donde nunca lo hemos dejado solo”.

“Uno no se rinde. Esto no se acaba. La lucha ahora es más dura, se complicó, pero vamos a seguir con él”, agregó, por su parte,   Díaz Portalatín.

El recibimiento

Y allí, en la tarde de ayer, en  el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, a donde llegaron Pedro y su familia  gracias a varios samaritanos que le costearon el pasaje, sus compañeros le demostraron todo el  cariño y apoyo.

Este fue recibido  por agentes que se formaron en dos escuadras, lo saludaron en atención y luego, por casi dos minutos, aplaudieron a su héroe.

“Aquí lo estamos demostrando y vamos a seguir hasta lo último, hasta donde Dios quiera que sea. Su salud, según los médicos no es muy alentadora, pero él está bien positivo ... yo sé que Dios va a hacer algo muy grande por él”, mencionó Santiago.

Díaz Portalatín agregó que el  tipo de enfermedad influye mucho en el estado anímico de la persona y “este recibimiento le sube la moral y le debe extender la vida y a su vez la calidad de la misma”. 

Allí también estuvo su compañera Ednita Hernández, de la Unidad Motorizada, quien ha estado mano a mano recogiendo fondos para la familia.

“Nos ha ido súper, súper. Había mucha gente civil y compañeros que se desbordaron cooperando. Se los agradezco a todos un montón. Él viene para acá, a Puerto Rico, en cero”, sostuvo al mencionar que seguirán recogiendo dinero.

La casa donde viven alquilados, ya no tiene agua, y tienen que reconectarla. También, un grupo de agentes se movilizará para arreglar la vivienda para que Pedro, junto a su esposa y su hijo de 3 años  vivan en las mejores condiciones. 

Por eso el teniente Leslie Zeno Santiago, director de la Unidad Motorizada del área de San Juan,  dijo que para poner al día la casa de Pedro  planifican ir un fin de semana para trabajar en ella. Así que todos los que se quieran unir a este esfuerzo se pueden comunicar con Zeno Santiago al 787-201-2669. También los que quieran hacer una aportación económica pueden comunicarse con el teniente. Otro forma de ayudar es por  ATH Móvil al 787-235-8612 y decir que es para Pedro. 

Zeno Santiago aprovechó para agradecer a este medio la publicación de la historia de su compañero porque hizo que la ayuda llegara. 

El agente de 34 años  tiene otro hijo de cinco años de una relación anterior y era una de las razones por las que quería regresar a su pueblo, Arecibo.

 Precisamente la escolta de 15 motoras   llegaría hasta Factor II, en la Villa del Capitán Correa, y por el camino otras unidades esperaban a que pasara Pedro para saludarlo o llegar con él hasta su destino.

Una que no podía ocultar su felicidad de estar en la Isla y de ver cuanto quieren a su marido es Gail Tamara Saleh. 

 “Estamos bien agradecidos de todas las personas que se han acercado a nosotros; policías, no policías, gente que nos ha llamado de todas partes, hasta de Estados Unidos. Muchas gracias a todos esos angelitos anónimos que tenemos alrededor. Somos bendecidos y estamos totalmente agradecidos con todo Puerto Rico”.

Aceptó que lo más que hacen falta son las oraciones por la pronta recuperación de Pedro.