Si bien es cierto que el impulso puede llevar a algunos a adquirir un english bulldog, el tiempo y el presupuesto de muchas familias no dan para algo más que un solitario pez beta con residencia en un florero disfrazado de pecera.
2 de junio de 2011 • 5:48pm
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
Regístrate para recibir a tu email nuestro periódico en su versión digital.
Al suscribirte aceptas nuestros Términos y Política de privacidad. Pronto comenzarás a recibir nuestro newsletter.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: