Lo que s e pensaba que solo sería una tormenta tropical llegó a nuestra isla como un huracán. Muchos pensaban que aunque el pronóstico de lluvias era alto no íbamos a sufrir de tanta devastación como la que hemos visto luego del paso de Fiona.

En momentos tan difíciles es normal que nuestras emociones se trastoquen, que nos sintamos vulnerables, ansiosos y hasta deprimidos. Más aun cuando todavía en nuestra psiquis queda el triste recuerdo de lo vivido con el Huracán María

Es valido permitirse sentir y darnos un tiempo para esto pero a su vez hacer un alto al pensamiento triste y negativo . Debemos tener en cuenta la importancia para nuestra salud mental de poner un alto al sufrimiento y al pensamiento de desesperanza. Es momento de dejar a un lado la tristeza, el desasosiego y el desanimo para poder levantarnos.

Relacionadas

Todo ser humano puede ser resiliente , o sea , tiene la capacidad de adaptarse a la adversidad y manejarla. Para lograr esto tenemos que controlar nuestra emociones, no permitir que las rumiaciones, la tristeza, el llanto, la desesperanza y frustración lleguen al nivel de detenernos en el proceso de recuperación. El cambiar nuestros pensamientos juega un papel vital en sentirnos mejor, por ejemplo “No puedo cambiar lo que ya sucedió, tengo que enfrentarlo y seguir adelante”. El ser resiliente, el tener un buen manejo de nuestras emociones no es una cualidad innata de algunos, se trabaja y se integra a nuestra vida.

Aquí algunos pasos para ayudarnos a manejar las emociones de forma efectiva en estos momentos de adversidad:

-Reconoce tus fortalezas y debilidades

Si sabes que el exponerte mucho al tema del huracán te afecta, ponte límites. Toma un tiempo fuera para distraerte; hablar de otros temas te ayudará a no sobrecargarte.

Cambia el pensamiento

Sal del pensamiento negativo y empieza a sumar las bendiciones. Saca algo positivo de la crisis. Hay muchos pueblos del país bajo agua, personas que lo perdieron todo, analiza si tu preocupación es mas grande que lo que ellos viven.

-Se objetivo, pero sin dejar de ser optimista

No podemos decir que no ha pasado nada, pero ante la situación difícil podemos estar claros y positivos de que todo va a mejorar.

Manten el control. Si estas ansioso todos en el hogar se verán afectados incluyendo a los niños

Se flexible ante los cambios.

Retoma la rutina (distracciones, meditación, hablar sobre otros temas).

Busca apoyo cuando necesites hablar y/o desahogarte. El decir cómo nos sentimos es terapéutico.

Desarrolla paciencia- Cuando nos impacientamos perdemos destrezas asertivas de comunicación, y podemos ofender o mostrarnos hostiles.

Seamos agradecidos con todos esos servidores públicos y privados, reporteros, medios noticiosos, voluntarios entre otros que arriesgaron sus vidas y dejaron a sus familias para mantenernos informados y velar por nuestra seguridad.

El mantener un buen estado emocional es vital para lograr el cambio y levantarnos. Todo pasa. Más pronto de lo que pensamos, miraremos hacia atrás y esta experiencia nos habrá hecho más fuertes